La anunciada baja y/o eliminación de aranceles para el ingreso de calamar y langostino a China sigue sin resolverse. La serie de acuerdos firmados la semana pasada por la presidenta argentina, Cristina Fernández, y su par chino, Xi Jiping, excluyeron el tema.
La expectativa se había generado a partir de la declaración formulada por el subsecretario de Pesca de la Nación, Miguel Bustamante, en mayo pasado, cuando el director del Buró de Pesca chino, Zhao Xingwu, visitó Mar del Plata.
“El Buró de Pesca ya dio su aprobación. Es la Aduana quién ahora debe definir. Creemos que en julio el tema pueda definirse cuando la presidenta se reúna con el primer ministro de ese país”, había adelantado en aquella oportunidad el subsecretario.
Sin embargo, la definición quedó postergada. El propio Bustamante reconoció la demora ante la consulta de Pescare.com.ar; aunque ratificó la postura del Gobierno argentino de por ahora no avanzar en temas de interés para los asiáticos.
“Ellos tienen intenciones de incorporar otros diez poteros a nuestro caladero (ya colocaron una decena este año), pero no se hará si antes no obtenemos un nuevo nomenclador aduanero para estas especies”, apuntó el funcionario.
El recorte de aranceles favorecería la posición de empresas locales que se muestran interesadas en acceder a un mercado en expansión. Durante 2013, China compró pescados y mariscos argentinos por 137 millones de dólares, lo que marcó un crecimiento interanual del 77 por ciento.
Según explicó Bustamante, las firmas nacionales que sí ya cuentan con mejores condiciones de acceso son las que en el último tiempo incorporaron un 10 de por ciento de capitales chinos; entre ellas, Pesquera Veraz, Il Sole y Pereyra. No así el resto.
Esta situación se suma a la barrera sanitaria que recientemente comenzó a aplicar el Gigante Asiático para los langostinos patagónicos que contengan sulfitos, un componente de uso habitual en la industria con fines conservantes y cuyo uso moderado es aceptado, por caso, en Europa.
La Oficina de Inspección y Cuarentena (CIQ) de Qingdao anunció que comenzará a controlar la presencia de estos compuestos de manera estricta, sobre todo teniendo en cuenta que los langostinos argentinos están envasados para su venta directa al público.
Sumadas, estas cuestiones plantean algunos interrogantes en la relación del sector con China. Del próximo 2 al 4 de septiembre está previsto que nuestro país participe con un stand institucional de la Asian Seafood Exposition, a realizarse en Hong Kong. Para entonces se espera que estas dudas al menos comiencen a despejarse.
Financiamiento, acuicultura y Malvinas
Por lo pronto y en un marco más global, Cristina Fernández y Xi Jiping firmaron la declaración conjunta para el establecimiento de la Asociación Estratégica Integral entre ambos países, que sí incluye un convenio para que China financie la compra de once embarcaciones por 423 millones de dólares destinadas al Ministerio del Interior. La acuicultura es otro de los ejes abordados.
“Sabemos del enorme desarrollo tecnológico y de infraestructura de China en este aspecto y estamos interesados en promover una ley que promueva definitivamente el desarrollo acuícola de la Argentina», dijo al respecto el ministro de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación, Carlos Casamiquela.
Además, el ministro agradeció el respaldo recibido por la causa Malvinas, cuando su colega asiático mencionó que «China comprende el reclamo de soberanía sobre las Islas y es por eso accedió al retiro de sus barcos de la zona».
Se demora la baja de aranceles para el ingreso de calamar y langostino a China
Por Pescare3 Minutos
La firma de acuerdos entre los presidente de ambos países no incluyó el tema. Se abren algunos interrogantes en la relación con el Gigante Asiático.