La crisis que afecta a los trabajadores del sector pesquero en la provincia de Chubut se intensifica con el inicio de la temporada de zafra de langostinos. Desde el Sindicato de Trabajadores de la Industria de la Alimentación (STIA), se manifiesta una profunda preocupación por la falta de acciones efectivas por parte del Estado en medio del conflicto entre el Sindicato de Obreros Marítimos Unidos (SOMU) y la Cámara de la Flota Amarilla de Chubut (CAFACH).
Según manifiestan, los empresarios, lejos de buscar un diálogo constructivo, han incumplido acuerdos salariales y han impuesto un techo salarial unilateral, amenazando con un nuevo lock out patronal. Esta situación, junto con la inacción del gobierno provincial, ha dejado a los trabajadores en una posición vulnerable, a pesar de que existen herramientas legales para sancionar a las empresas que no cumplen con sus obligaciones.
Desde el STIA se propone que aquellas empresas que violen la ley y los convenios paritarios enfrenten sanciones severas, como la anulación de las concesiones, licencias y permisos de pesca. «Solo así se protegerán los intereses de la provincia y de todos los chubutenses«, señalan desde el sindicato, destacando que los salarios actuales no alcanzan ni siquiera el umbral de la canasta básica alimentaria, a pesar de los crecientes beneficios empresariales.
Mientras tanto, a solo 45 minutos de navegación del puerto de Rawson, un barco que ingresó al puerto local ha encontrado una gran marca ecoica compatible con la especie langostino. La expectativa es que, si se logra llegar a un acuerdo entre la patronal y el SOMU, todos los marineros puedan disfrutar de una buena temporada y dejar atrás los problemas. Sin embargo, la incertidumbre persiste sobre si la temporada, que está prevista para comenzar el 25 de octubre, realmente se iniciará.
Además, critican la cobertura mediática, que, en lugar de ofrecer información objetiva, parece favorecer las provocaciones empresariales, alimentando la conflictividad social y generando más incertidumbre en una situación ya crítica. “El gobierno provincial debe abandonar su pasividad y actuar en defensa de los trabajadores, quienes han sido ignorados durante demasiado tiempo”, afirman.
La CAFACH ha decidido intensificar el conflicto, convocando a marineros del resto del país ante la falta de un acuerdo, lo que incrementa la tensión en las negociaciones. Según el STIA, este no es un simple desacuerdo salarial; el Estado, como responsable de los recursos provinciales, no puede permanecer al margen. Debe intervenir y exigir a las empresas que reconsideren sus posturas, tomando medidas para sancionar cualquier abuso hacia los trabajadores.
El STIA plantea una inquietante pregunta: “Si quienes están al mando no protegen a los más vulnerables, ¿de qué sirve el poder si el que lo ostenta actúa con cobardía?”. La situación sigue evolucionando, y la atención está centrada en la respuesta que ofrecerá el gobierno provincial ante este creciente conflicto laboral.
Por otro lado, sobre últimas horas de ayer, consultamos a un referente del sector político económico del ámbito nacional, -quien en principio, sigue de cerca los sucesos en aquellas latitudes-, y nos dijo: “El STIA, es evidente no entendió nada, no alcanzan a leer que el modelo argentino de gestión cambió. La figura patriarcal del Estado desaparece para temas que deben ser solucionados por las mismas entidades privadas que la ocasionaron. El conflicto de índole laboral fue y es privado, la figura del Estado que todo lo soluciona nos llevó a una provincia rica pésimamente administrada igual que a nuestra querida Argentina. Estamos haciendo el esfuerzo por encontrar una solución viable, pero que conste que este es un problema de reclamos salariales en un marco de discusión privada. No tenemos por qué hacernos cargo nosotros de las cagadas que firman, incumplen o exigen unos y otros. Estamos para generar las condiciones necesarias para que las empresas se desarrollen, crezcan, generen trabajo y riqueza para el país. Eso es lo que vamos a hacer; ahora bien, si hay razones de índole internacional, de precios y demanda o peor aún, de una mala lectura de lo que llegaba inexorablemente al país después del 10 de diciembre es un tema que deben dirimir cámaras y trabajadores. No es sano trasladar la búsqueda de soluciones de los problemas privados en el Estado provincial y mucho menos nacional ”, con total claridad de conceptos (es textual), un alto funcionario de la política económica nacional pudo graficar la situación del sector chubutense con un interesante respaldo a la gestión del Secretario Andrés Arbeletche y al gobernador Ignacio Torres.