Lejos de cualquier celebración, el gobernador de Santa Cruz, Claudio Vidal, eligió pasar su cumpleaños inmerso en gestiones clave para la provincia. Este miércoles mantuvo una reunión decisiva en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, con el máximo representante del Sindicato de Obreros Marítimos Unidos (SOMU) Raúl Durdos, en el marco del conflicto pesquero que mantiene paralizado al sector y golpea con dureza a cientos de familias santacruceñas.
“Trabajando y solucionando los problemas”, resumió Vidal al ser consultado a la salida de la reunión mantenida. Pero su respuesta fue más que una frase: reflejó una postura política activa en un momento crítico para la economía regional.
Durante el encuentro, el SOMU expresó su profunda preocupación ante la falta de avances en las negociaciones nacionales y exigió una salida concreta a la crisis que tiene en vilo a gran parte de la industria pesquera. Vidal escuchó los reclamos con atención y manifestó su total respaldo a los trabajadores, enfatizando la necesidad de respuestas urgentes por parte del Gobierno nacional.
“La pesca no es sólo un recurso económico. Es el sustento de miles de santacruceños y no podemos quedarnos de brazos cruzados mientras la actividad se encuentra paralizada”, declaró con firmeza el mandatario.
Además, anticipó que solicitará de manera formal una audiencia con el subsecretario de Pesca de la Nación, Juan Antonio López Cazorla, con el objetivo de elevar el reclamo provincial y acelerar la búsqueda de soluciones concretas.

“Desde Santa Cruz vamos a acompañar todas las gestiones que prioricen a los trabajadores. La pesca del langostino es una actividad estratégica para nuestra economía, especialmente en Puerto Deseado, donde está en juego la paz social”, agregó Vidal.
El gobernador reafirmó así su compromiso con los sectores productivos de la provincia, en un contexto nacional complejo, marcado por tensiones laborales y falta de definiciones en políticas pesqueras. Su presencia activa en la mesa de diálogo refleja no sólo su rol institucional, sino también su decisión de involucrarse personalmente en los conflictos que afectan directamente al entramado social y económico santacruceño, aunque hay que destacar que nadie está obligado a pescar cuando los márgenes económicos son deficitarios y el aumento del stock, como consecuencia de falta de interés y demanda del comprador internacional, agrava las delicadas finanzas de las empresas exportadoras. Por cuanto todas son buenas voluntades y expresiones de deseos que maduran un proceso que podría extenderse en el tiempo.