En el año 1953, precisamente el 26 de Enero, se llevó a cabo la sesión inaugural del “Consejo de Cooperación Aduanera de Bruselas”. El encuentro representó la piedra basal de lo que hoy conocemos como la Organización Mundial de Aduanas. En conmemoración se celebra el Día Internacional de las Aduanas o “International Customs Day”.
Las Aduanas constituyen el controlar de las mercaderías que ingresan o egresan de los distintos países, además del tráfico migratorio de personas y realizando estadísticas sobre las exportaciones e importaciones.
En la actualidad este Consejo se denomina “Organización Mundial de Aduanas” y tiene como características principales la creación de normas para el comercio internacional, promoviendo la ética y la legalidad de las aduanas, como así también generar reglas en materia aduanera a nivel internacional.
Las diferentes aduanas están ubicadas en los puertos marítimos, en los aeropuertos y en algunas estaciones de trenes, del mismo modo en las zonas de pasos fronterizos para poder controlar mercaderías, el circulante de exportaciones e importaciones, del mismo modo el cobro de los respectivos impuestos, además de las tramitaciones de recepción y embarque.
Como todo sistema, el de las aduanas es perfectible, o al menos modificable, sobre todo en nuestro país.
No hace mucho tiempo en referencia a esta actividad dábamos cuenta que estos organismos a nivel mundial “mediante diversos procedimientos que se van aggiornando paulatinamente, las aduanas controlan la inmigración ilegal, el control de la documentación sobre las mercaderías de exportación o importación, la fiscalización de las operaciones, la facilitación de los embarques para envíos que llegan o parte desde un puerto o bien de un aeropuerto poniendo especial énfasis en la legalidad de los procedimientos”.
Ahora bien, ¿sucede esto en la Argentina? ¿o la “máquina de impedir” no permite que el sistema funcione como tendría que hacerlo?
Sin ir más lejos, hace pocos meses nuestros colegas de “Infobae” titulaban: “Trabas para importar: la lista de productos que no tienen ingreso directo supera los 4.000 ítems”.
“Trabas a las importaciones: 8 formas en que el Gobierno limita el comercio exterior. Cómo hacen los funcionarios para evitar que salgan los dólares vía importaciones”, decía Clarín
El importar productos, insumos o elementos no es dejar de lado la industria nacional, sino simplemente contar con aquello que en nuestro país no se fabrica o bien tiene un costo sobrevalorado, al fin y al cabo de eso se trata también el libre comercio.
Seguramente es muy difícil comprender la complejidad de la situación desde la comodidad de un escritorio, donde abundan los papeles y el mayor reflejo de la realidad llega a través de una pantalla (pc, Tablet, teléfono o televisor mismo).
Los teléfonos de los 35 despachantes de Aduana registrados con los que hoy cuenta el puerto de Mar del Plata, prácticamente no tienen ni excusas ni explicaciones para darles a sus clientes, que lo único que pretenden es seguir trabajando. Pero no lo pueden hacer de manera ágil, fluida y con el cumplimiento que requiere.
La sencilla razón: hay elementos que ingresan al país, por algunos motivos que hasta parecen irrisorios.
¿Se puede trabajar de ese modo? Es evidente que no. No hay manera si faltan insumos, elementos, repuestos de crecer y generar desarrollo. La industria naval necesita una apertura distinta, las empresas pesqueras ampliamente superavitarias hoy, a través de sus departamentos de importaciones, prenden una vela para saber si les va a tocar o no la posibilidad que una SIRA salga aprobada (por eso nuestra portada). Realmente es cuestión de fortuna, de suerte o quizá de otros recorridos que desconocemos.
Sobre este tema, PESCARE dialogó con Florencia Garrido, presidente de la Cámara de la Industria Naval de Mar del Plata quien se mostró sumamente preocupada por la situación que están viviendo los miembros de su Cámara:
“Estamos muy preocupados por la demora en la autorización de la SIRA. Ya están faltando repuestos para motores y para equipos de frío. Otro de los temas que nos tiene en vilo es la chapa que se utiliza en la Industria Naval. En este momento se consiguen solamente a través de dos revenderos a un precio cuatro veces mayor que el precio internacional. La empresa de laminados industriales de fabricación nacional ya no tiene más stock”.
“Estamos en diálogo permanente con la Secretaria de Industria que está al tanto de la situación, pero sin la solución inmediata que necesitamos para la demanda de chapa se hace imposible trabajar, sobre todo en lo que son nuevas construcciones”, concluyó Florencia Garrido.
Precisamente el Secretario de Industria y Desarrollo Productivo Juan Ignacio de Mendiguren, estará presente este jueves en la ciudad de Mar del Plata, junto al Subsecretario de PyMEs Tomás Canosa y al Director Nacional de Financiamiento PyME Francisco Abramovich, quienes visitarán establecimientos en el Parque Industrial General Savio de Mar del Plata – Batán, ocasión que tal vez pueda servir para lograr una respuesta a los problemas que están planteando desde los sectores de la industria naval y pesquera. Por la tarde dará una charla organizada por el Banco de la Nación en el Hotel Costa Galana, delante de funcionarios y empresarios industriales, para rápidamente volver a CABA.