Parece lejano y hasta olvidado en algún punto, la visita de una importante comitiva a Brasil, en los primeros días de abril donde se estableció que por 60 días estaría destrabado el ingreso de merluza al vecino país.
Si bien son más trascendidos que información oficial, la semana pasada habría comenzado una suerte de “cacería de brujas” sobre los camiones que, con toda su documentación en regla y con los controles sanitarios correspondientes, no pudieron atravesar el paso fronterizo entre Puerto Iguazú y Foz do Iguazú o el mismo de Uruguaiana en Brasil.
¿Motivos? Argumentan desde quienes deben autorizar el paso de la mercadería, que la misma posee más parásitos por kilogramo de lo que se había estipulado
“Otra vez empezamos con las complicaciones, a esta altura parece poco serio lo que está ocurriendo. Desde Argentina sale todo en regla, se chequea infinidad de veces y siempre encuentran un problema. A nosotros nos complica y por ende complica toda la operatoria, sinceramente parece que nos están tomando el pelo”, nos dice una responsable de uno de los más tradicionales despachantes de aduana.
En los primeros días de abril, el propio Ministro de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación, Julián Domínguez, con los máximos responsables de pesca nacional, in situ, acordaron algo que no se está cumpliendo.
Se había acordado, y está en plena vigencia aún, que por 60 días los criterios de evaluación de la merluza congelada argentina se iban a modificar con el claro objetivo de que se agilice el comercio entre ambos países. Todo positivo hasta ese momento. Pero uno de los dos no cumplió: Brasil. Las autoridades argentinas fueron muy claras, reuniendo a todo el sector en el amplio salón del INIDEP, en Mar del Plata. Al dia siguiente, una mesa de trabajo técnico con los máximos referentes de SENASA, se trazó una línea de trabajo claro y representativo de todo el sector. Brasil, la tercera línea, la que debe hacer el trabajo en el campo, en la frontera, no cumple con lo acordado.
Según estimaciones de nuestra parte ya hay casi una docena de camiones en la frontera, a la espera que alguien de una respuesta favorable y continúe el comercio hasta tanto se resuelvan otras cuestiones de fondo.
Las alarmas sonaron desde la propia cartera que conduce Domínguez, pasando por SENASA y recorriendo la activa y siempre atenta Subsecretaría de Pesca.
Desde organismos oficiales comentan, off the récord, que el propio Embajador argentino en Brasil, Daniel Scioli, al ser comunicado de la situación, “puso el grito en el cielo” contra los brasileños ya que no están cumpliendo en lo que había parecido no solo un punto de inflexión en las negociaciones bilaterales, sino también que la actitud del sector brasileño no se condice con lo hablado y rubricado.
“No sea cuestión de que nos estén pasando facturas a nosotros por otros problemas que hay. Creo que ya hubo problemas con otras cosas que nada tienen que ver con el sector nuestro, el del pescado, me comentaron que algo pasó con autopartes o repuestos, y otro envío de mercadería, pero te repito que nada tiene que ver con el sector pesquero”, nos dice un empresario marplatense, radicado en el sur de nuestro país desde hace más de una década, más precisamente en Comodoro Rivadavia.
El interrogante se plantea sobre qué hará nuestro país. ¿Medidas restrictivas? ¿Pedirá sanciones a través de organismos de alzada? ¿Se volverán a reunir? ¿Se frenara el ingreso de otro tipo de mercaderías provenientes de Brasil?
Por el momento nadie se pronuncia oficialmente, seguramente confiando en que las cosas se van a aclarar con la celeridad necesaria, pero se sabe que el accionar de los inspectores en la frontera excede todos los límites, no solo los técnicos –controles de la mercadería- sino también a través del maltrato y destrato sobre quienes conducen los camiones y ni hablar de los llamados telefónicos que no se recepcionan desde el otro lado de la frontera, o simplemente las respuestas evasivas donde no faltan las acusaciones cruzadas.
Un alto funcionario le dijo a PESCARE en un breve intercambio de mensajes, que están sobre el tema “te lo hago sencillo, hoy no hay feriado acá (por el 25 de mayo), queremos creer que simplemente se trata de que alguien se está excediendo en sus funciones desde el lado de Brasil, queremos creer eso”, nos responde sin querer entrar en más detalles, y todo apunta que en las grandes orbes de la cúpula tanto Brasileña como Argentina, todo esta resuelto, pero los técnicos en frontera, mas papista que el papa, continúan casi con el mismo énfasis, como que no le ha llegado la directiva desde el vértice.
Alguien deberá hacerse cargo de las pérdidas que están sufriendo las empresas por estas resoluciones unilaterales desde Brasil. Clientes que solo reclaman sus mercaderías y que en algún punto “no les interesa” lo que ocurre con las negociaciones. Empresas que desean cumplir como lo hacen con otros países sin ningún tipo de inconvenientes.
¿Tendrá que ver con una cuestión arancelaria? ¿Brasil está buscando algo más mediante este accionar que roza lo coercitivo?
Lo concreto es que para Argentina, Brasil es un importante destino de la merluza, apenas caído el mercado de Ucrania y Rusia desde febrero pasado, dos mercados también atractivos, hicieron que Brasil sea el mas importante de todos y se haya eliminado la diversificación, hoy Argentina es casi dependiente de ese mercado por historia, volumen y precios.
En los datos siguientes, se aprecia el mercado de la merluza en filete con destino exportación. En el mismo, para el periodo de 4 meses, según INDEC, las exportaciones a Brasil, sobre un total de 15.977Tn. totales, a Brasil le correspondieron 6.756Tn., es decir un 42.28% del mercado exportador, siendo de esta manera el mercado de Brasil el 42% del share; y tomando ya cerrado el año anterior, fue el 47%, es decir, Brasil sigue siendo el mas importante mercado de colocación de merluza procesada de Argentina, con lo que cualquier inconveniente como el actual, va a incidir fuertemente en toda la cadena hasta la industria extractiva primaria. Es bueno tener presente esta situación, porque si bien a niveles altos, el tema esta solucionado, en principio por 60 días, en la práctica, en la frontera aun no les llego la orden y la parálisis y rechazo de mercadería es muy importante, incluso con lo engorroso y oneroso de la operatoria, habida cuenta que recuperar muchas veces la mercadería lleva varias semanas y los costos ascienden a más de 10.000 dólares por contendor. Por otro lado, desde la autoridad de control sanitario argentino, ya se piensa en algunas trabas hacia el sector, que bien podrían tomar represalias desde el lado argentino.