Por el momento, no se vislumbra actividad en el armado de buques congeladores destinados a la pesca de langostino fuera de la Zona de Veda Permanente de Juveniles de Merluza (ZVPJM). La inactividad responde a que las empresas que poseen estos buques aún no han convocado a su personal, priorizando previamente la negociación de paritarias antes de la zarpada.
En la reunión del Sindicato de Obreros Marítimos Unidos (SOMU) con las cámaras empresariales el pasado jueves en Ciudad Autonoma de Buenos Aires, se expuso un panorama financiero complejo. Ante esta situación, las empresas han decidido iniciar discusiones sobre los salarios del personal embarcado informando la realidad del sector y de cada empresa a sus capitanes. Según las cámaras empresariales, los sueldos actuales se encuentran muy por encima de lo que el mercado internacional del langostino puede absorber, lo que genera en estas circunstancias, un quebranto en la ecuación económica de este segmento tangonero.
La situación se torna cada vez más delicada, con márgenes de rentabilidad en rojo y la posibilidad latente de que los buques no zarpen, lo que se refleja en la falta de movimiento en los muelles de Mar del Plata, mientras el complejo procesador exportador tangonero de Chubut logró nueva marca histórica de capturas que abastecen al punto de un abarrotamiento de cámaras de frío como consecuencia de la ralentización en la demanda del mercado internacional.
En el marco de las negociaciones paritarias, las cámaras empresariales han planteado una reducción del 30% en la totalidad de los salarios, según lo informado el pasado viernes a los marineros a través del portal oficial del Sindicato de Obreros Marítimos Unidos (SOMU). Esta propuesta, que ya es de conocimiento general, -como hemos anticipado en nota de redacción del viernes pasado-, ha generado un profundo malestar entre los trabajadores, muchos de los cuales han mantenido contacto telefónico entre pares en un intento de clarificar la situación y vislumbrar la posibilidad de un inicio de temporada como otros años. Desde la conducción gremial, sin embargo, se anticipó que cualquier intento de reducción salarial resultará inaceptable.
En un pronunciamiento reciente mediante su red social X, el SOMU reiteró su firme negativa a debatir cualquier modificación en los valores de producción, argumentando que los Convenios Colectivos de Trabajo (CCT) vigentes fueron suscritos por las propias cámaras empresariales y, en consecuencia, deben ser respetados. La controversia radica en la referencia establecida para la liquidación de la producción, fijada en 5.800 dólares por tonelada, cifra sobre la cual las cámaras pretenden aplicar una considerable reducción ajustando al marco internacional de las operaciones y de esa manera trasladas la realidad de la operatoria a la mano de obra del personal embarcado.
Los dirigentes sindicales Ángel Juan Navarro y José David Valderrama enfatizaron la postura inamovible del gremio, recordando que los valores de producción se encuentran estipulados en los CCT y, por tanto, deben ser aplicados sin modificaciones. Asimismo, remarcaron que las condiciones laborales y económicas fueron previamente discutidas y consensuadas, por lo que no admitirán cambios en los valores que rigen la producción durante la navegación en el contexto de las negociaciones paritarias.
Por su parte, la Cámara de Armadores de Pesqueros y Congeladores de la Argentina (CaPeCA), entidad que representa a los buques congeladores, ha manifestado su intención de entablar un diálogo con el sindicato marítimo, advirtiendo que la actual estructura de costos amenaza la viabilidad del negocio. En este sentido, la cámara ha expresado su disposición a tratar la problemática con el resto de los sindicatos que representan a los trabajadores embarcados, entre ellos, capitanes, que no estarían tan alejados a la posibilidad de una discusión supeditada ad-referéndum de sincerar todos los recibos de sueldos en su totalidad. Este posicionamiento sugiere que, de no incluirse la cuestión salarial en la agenda de discusión, las negociaciones paritarias podrían verse obstaculizadas y de esta manera ante la apertura de una nueva zafra de langostino fuera de la ZVPJM, el segmento congelador quedar en muelle, como hasta ahora.