Este miércoles, la sede de Astilleros Patagónicos Integrados (API) en Caleta Paula, provincia de Santa Cruz, se vistió de gala para conmemorar un aniversario de gran significado: los 20 años de la fundación de este astillero emblemático del Grupo SPI. El evento, que congregó a autoridades locales, trabajadores y trabajadoras, referentes del sector y personalidades clave, destacó el papel fundamental que API ha jugado en el desarrollo industrial y tecnológico de la región patagónica.
La ceremonia tuvo lugar en la Unidad de Negocios Portuarios de Santa Cruz (UNEPOC), dentro del puerto de Caleta Paula, y contó con la distinguida presencia del ingeniero Horacio Tettamanti, fundador del Grupo SPI, y Sandra Cipolla, presidenta de la misma entidad. Entre las autoridades locales se encontraban el intendente municipal Pablo Carrizo, la coordinadora general de la Unidad Ejecutora de Santa Cruz, Sandra Cruz, y representantes del Concejo Deliberante y la Prefectura Naval. También asistieron referentes del Sindicato de Obreros Navales (SAON), encabezados por su secretario general Juan Speroni, y miembros de la Universidad Nacional de la Patagonia Austral (UNPA), quienes acompañaron esta celebración que conmovió a la comunidad.
El evento no solo fue una oportunidad para rememorar los inicios de API, que nació el 13 de octubre de 2004, sino también para poner en valor su crecimiento sostenido. Desde su ubicación estratégica en la Patagonia argentina, API ha sabido consolidarse como un pilar fundamental para la industria naval y otros sectores productivos, gracias a sus capacidades tecnológicas y su infraestructura de vanguardia.
Uno de los momentos más emotivos del acto fue la proyección de un video producido por la Universidad Nacional de la Patagonia Austral, en el que se repasaron dos décadas de desafíos, logros y experiencias compartidas por quienes han sido parte del crecimiento de API. Este documento audiovisual no solo resaltó la evolución del astillero, sino también el profundo compromiso de sus trabajadores, cuyas historias reflejan la tenacidad y pasión que han dado vida a este proyecto.
Durante la ceremonia, se realizaron varios reconocimientos. Leonardo Rojas y Mauricio Barria, dos empleados de larga trayectoria, recibieron distinciones por su dedicación y profesionalismo, en tanto que la empresa entregó obsequios a instituciones locales en agradecimiento por su apoyo durante estos años. En un gesto de reciprocidad, el intendente Pablo Carrizo hizo entrega de un reconocimiento a las autoridades de Astilleros Patagónicos Integrados, en representación de la comunidad de Caleta Paula, que ha sido testigo y partícipe del progreso del astillero.
Las palabras de Horacio Tettamanti no pasaron desapercibidas. En su discurso, recordó los comienzos de API, refiriéndose a Caleta Paula como un «faro de posibilidades«, un lugar donde el sueño de un astillero robusto y próspero se fue materializando con el tiempo. Por su parte, Sandra Cipolla se mostró visiblemente emocionada al agradecer a todo el equipo de trabajadores que, con su esfuerzo y dedicación, han hecho posible que el astillero sea hoy un referente en la industria naval. «Sin ellos, este sueño no hubiera sido posible«, afirmó Cipolla, haciendo eco del espíritu colaborativo que caracteriza al Grupo SPI.
El evento culminó con un brindis y un recorrido por las instalaciones del astillero, donde los asistentes pudieron apreciar de cerca la infraestructura que ha sido clave para los logros de API. Este aniversario, más que una simple conmemoración, representa un hito en la historia de la industria naval argentina, marcando un camino de innovación, desarrollo y compromiso con el futuro de la región patagónica.
Hace veinte años, cuando se gestaba el proyecto de Astilleros Patagónicos Integrados (API), muchos de los presentes en los primeros pasos de su construcción llegaron a pensar que el ingeniero Horacio Tettamanti estaba loco. A sus ojos, la idea de levantar un astillero en medio de los cerros patagónicos, rodeado de un paisaje rústico y desolado, parecía una utopía. Sin embargo, lo que para algunos era un delirio, para Tettamanti era una visión clara, un sueño convertido en propósito, una convicción inquebrantable de lo que debía hacerse. Hoy, esa idea ha tomado forma, se ha plasmado en la realidad palpable de API, una obra que respira vida, esfuerzo y comunidad.
El nacimiento de este astillero no fue solo el resultado de planos o inversiones, sino la manifestación de una arquitectura de pensamiento, propia de aquellos que se atreven a soñar lo imposible. El testimonio de quienes hoy trabajan en el astillero es prueba irrefutable de la visión de su fundador y del equipo emprendedor que lo rodeó. A lo largo de estas dos décadas, no solo se ha erigido una infraestructura de vanguardia, sino que también se ha forjado un legado.
API no es simplemente un lugar de trabajo. Es, ante todo, un modelo de vida. Para cada uno de sus trabajadores, es el espacio donde la dedicación diaria cobra sentido, donde el esfuerzo colectivo se traduce en un servicio vital para la región. En cada soldadura, en cada embarcación reparada o construida, se siente la esencia de ese sueño que, alguna vez, parecía inalcanzable. Porque, al final, todo nace de una idea, de una ilusión, y esa ilusión se convierte en realidad cuando se persigue con valentía y determinación.
Astilleros Patagónicos Integrados es mucho más que una obra física: es el reflejo del esfuerzo compartido y del poder transformador que puede tener un sueño cuando encuentra en su camino manos dispuestas a construirlo.
Este 20° aniversario de API no solo es motivo de celebración, sino también de reafirmación del compromiso con la industria naval y la economía regional, consolidando a Astilleros Patagónicos Integrados como un emblema de trabajo, crecimiento y visión de futuro en el sur argentino.