El Sindicato de Obreros Marítimos Unidos (SOMU) convocó una nueva reunión informativa para este viernes 24 de octubre a las 10:30, en su sede de Rawson, en medio de un clima de creciente expectativa por la inminente temporada de langostino. Aunque el resto de los gremios ya suscribió acuerdos con el sector empresario, el SOMU continúa siendo el único que no ha firmado, y esa indefinición mantiene en vilo el inicio de la zafra.
Desde la Secretaría de Pesca de la provincia de Chubut fueron categóricos: no se autorizará el comienzo de la prospección mientras haya gremios sin acuerdo firmado. Esto pone en duda la posibilidad de que la flota amarilla pueda salir al mar en los primeros días de noviembre, tal como se preveía inicialmente.
La Cámara de la Flota Amarilla de Chubut (CAFACh) había estimado el 1° de noviembre como fecha tentativa de inicio, pero la falta de consenso gremial y los plazos administrativos hacen que ese escenario hoy luzca difícil de concretar.
Durante la última asamblea gremial, los trabajadores del SOMU manifestaron su disposición a trabajar, aunque con una postura firme respecto a la recomposición salarial. La mayoría votó por impulsar una contrapropuesta de $1.300 por kilo de langostino en octubre y $1.400 a partir de enero de 2026, planteando la necesidad de recuperar poder adquisitivo sin frenar la actividad.
El gremio insiste en que esta posición representa un punto de equilibrio entre las exigencias de las cámaras empresarias y la realidad económica de los marineros, fuertemente afectada por la inflación y los costos de vida en la Patagonia. Aunque desde PESCARE, según información colectada por esta editorial, habría un principio de acuerdo madurando para la mitad de la semana próxima.
La política gremial realza la incertidumbre
En paralelo a las discusiones paritarias, la Seccional Corrientes del Sindicato de Obreros Marítimos Unidos (SOMU) ha denunciado una sistemática campaña de hostigamiento y represalias por parte de la conducción central en Buenos Aires con agravante de violencia de género.
El conflicto, originado por divergencias políticas y el desafío electoral planteado por el Secretario General correntino, Gonzalo Soto, se ha traducido en la inmediata aplicación de medidas punitivas. Estas incluyen la restricción de comunicaciones, la incautación de recursos gremiales y el despido de delegados, afectando incluso la prestación de servicios esenciales de la obra social a los afiliados.
Soto ha documentado que las acciones disciplinarias emanan de la dirigencia nacional, motivadas por la disidencia interna. La reciente suspensión preventiva de Soto por parte del líder nacional, Raúl Durdos, tras un altercado con la prestadora de salud, es interpretada como una maniobra estratégica para neutralizar su participación en la contienda electoral venidera.
La seccional lamenta que los afiliados se vean perjudicados por estas disputas intestinas, y exige una mesa de diálogo urgente para priorizar las necesidades de la base.
Como resalta a simple vista, las negociaciones por el valor del langostino se mezclan así con un escenario gremial cargado de movimientos, donde cada paso tiene un componente político y simbólico. En ese marco, el encuentro del día de hoy en Rawson será clave para determinar si el gremio logra unificar su postura y avanzar hacia la firma del acuerdo que destrabe el inicio de la temporada.
