El reconocido abogado Eduardo Raimundo Hooft brindó una de las charlas en el marco del III Congreso de Ingeniería Pesquera que se celebró en Mar del Plata. Una vez más detalló los pasos que debería seguir nuestro país en referencia a la milla 200 y a la plataforma continental.
Sus amplios conocimientos en la materia permitieron a los concurrentes, en su mayoría no conocedores de temas jurídicos, conocer el por qué se habla de manera extensa de la Zona Económica Exclusiva de la Argentina y los pasos que debería seguir nuestro país para tener derechos más allá de la milla 200.
“La Naciones Unidas que nuclea a 193 países, ha aprobado este año la Convención más importante de la historia de la humanidad para el Derecho y para los pueblos: es la Convención de Altamar. Esta Convención complementa lo que se conoce como la CONVEMAR (Convención de Derecho del Mar), aprobada por las Naciones Unidas en Jamaica en el año 1982, ese es el verdadero Código, es como la Constitución del mar”, relató.
“Esta Convención ha dejado algunos vacíos. Desde el primer momento los países más desarrollados se opusieron a la cuestión de la plataforma continental extendida, y a la cuestión de los fondos de la altamar. Los espacios más conocidos son tres: el mar territorial (tierra firme) donde el Estado costero ejerce soberanía, es dueño, que se extiende hasta la milla 12 como máximo, porque no es obligatorio, puede ser menos, pero no más. Después de las 12 millas está la Zona Económica Exclusiva, que se extiende hasta la milla 200. Esto le da al Estado costero, no derechos de soberanía, sino derechos económicos con derechos residuales sobre los recursos vivos y no vivos y sobre la plataforma, la columna de agua”, detalló el Dr. Hooft en la UTN marplatense.
Poniendo absoluta claridad e instruyendo a profesionales, futuros ingenieros pesqueros y público en general, el abogado reconocido internacionalmente, describió además que “después de la Zona Económica. Esta disertación me permite arrimarles una idea que voy a proponer en el Congreso dentro de muy poco, que es la posibilidad que el Estado costero, como Argentina, pueda defenderse de la depredación que está sufriendo por esta flota de 500 barcos, que están establecidos y estacionados en lo que se conoce como la milla 201 (que es un invento argentino), no hay ningún libro que trate la ‘milla 201’”.
El Dr. Hooft fue desmenuzando cada uno de los puntos para ilustrar a la audiencia (aquí lectores), explicando detalles de lo ya firmado y lo que puede llegar. “Lo firmado en Jamaica no satisfizo a los Estados super desarrollados, por eso no lo aprobaron durante unos cuantos años y exigieron una reforma muy importante, que es lo que se podría hacer con los fondos de altamar, a pesar de que la altamar es un recurso minero muy importante, sobre todo en los llamados nódulos polimetálicos, mal llamados ‘papas de manganeso’, porque justamente tienen manganeso, cobalto, cobre, zinc, hierro, etc. Para satisfacción nuestra, una de las reservas más importantes del mundo está en el Pasaje de Drake, cerca de la Antártida”.
“Como los Estados desarrollados no estaban conformes, porque el régimen de explotación de los fondos de la altamar les imponía a los ricos transferir tecnología y financiar la explotación, no lo aceptaron. Entonces la primera reforma de la CONVEMAR es en el año 1994.”
“Después de haber proclamado Naciones Unidas en el año 1970, que los fondos de la altamar, esta hermosa declaración, eran un patrimonio común de la humanidad, todos los ‘pobres’ estaban contentísimos porque pensaron que les iban a dar los fondos de la altamar. No, los Estados ricos se reservaron el derecho de veto, en un sistema muy complicado, con una autoridad internacional de fondo marinos y un consejo que tomó las decisiones. Algo parecido como ocurre en política con el Consejo de Seguridad de las Naciones Unida”, instruyó el letrado.
“Con una gran reforma en el año 1994, se modificó el sistema de explotación de los fondos de altamar, con una autoridad internacional, ¿porque se menciona esto de la explotación de los fondos de la altamar? porque la minería es una de las principales contaminantes del mar. Uno de los peligros grandes de la Convención que fue aprobada hace poquitito y todavía no está vigente – ero ya fue firmada por 82 países de Naciones Unidas- es justamente eso, evitar los graves peligros para la vida o diversidad marina, entre los cuales está el cambio climático, la acidificación de los océanos, el transporte marítimo, la sobrepesca, la minería y los plásticos”, explicó el abogado llamando aún más la atención del público.
Acercándose a los temas que vinculan directamente a nuestro país, el Dr. Hooft relató que “en el año 1995 se aprueba una nueva gran reforma al régimen ahora de pesca. Se aprueba en la Convención sobre las poblaciones de especies que están ‘a caballo” en la Zona Económica y de la altamar adyacente, donde aparecen especies muy conocidas para la Argentina como el abadejo, polaca merluza austral, granadero, nototenia, calamar Illex, por ejemplo. Es biomasa pesquera que genera el problema de la ‘milla 201’. ¿Por qué ese recurso es atacado por las grandes flotas chinas y compañías? Flota china, coreana, hasta cubana. Están depredando los recursos que son alimentados por las derivas de los ríos del continente, en este caso Argentina”, continuó con su descripción e instrucción el jurista.
Además su exposición de poco más de media hora recorrió la defensa de los recursos como lo hace Chile con los túnidos, los vacíos legales que aún existen sobre todo en nuestro país, destacó el rol de las universidades en la enseñanza de estos temas, promoviendo la convocatoria a científicos, investigadores, químicos, expertos ambientalistas y juristas.