En un movimiento sin precedentes en los 煤ltimos a帽os, cinco c谩maras empresariales que representan a la flota fresquera de altura decidieron no participar en la inminente temporada de pesca de langostino en aguas nacionales. La determinaci贸n, contundente y cargada de implicancias, representa mucho m谩s que una protesta sectorial: es una redefinici贸n estrat茅gica frente a un sistema de producci贸n pesquero que, a ojos del sector, se encuentra en estado de colapso operativo.
El quiebre de un equilibrio artificial
La Asociaci贸n de Embarcaciones de Pesca Costera y Fresquera (AEPCyF), la C谩mara Argentina de Armadores de Buques Pesqueros de Altura (CAABPA), CAPEAR ALFA, la C谩mara Pesquera del Golfo San Jorge y UDIPA, comunicaron de forma unificada la decisi贸n de mantener sus barcos en puerto. El mensaje es claro: no habr谩 participaci贸n mientras no se restablezcan las condiciones m铆nimas de viabilidad econ贸mica.

Lo que parec铆a una se帽al coyuntural de disconformidad se transform贸, con el correr de los p谩rrafos, en un manifiesto industrial empresarial. El diagn贸stico no deja resquicios a la duda: inflaci贸n en insumos dolarizados, ca铆da del Tipo de Cambio como nueva vara de referencia, pol铆ticas regulatorias err谩ticas, y un sistema de sanciones que desalienta la eficiencia en lugar de premiarla. Todo esto, en el marco de un modelo de manejo pesquero cuya capacidad de garantizar sostenibilidad sin paralizar la operatividad est谩 siendo severamente cuestionada.
驴El ocaso de las 芦tablitas禄?
Uno de los puntos m谩s destacados del pronunciamiento refiere al rechazo expl铆cito de toda liquidaci贸n salarial que no se base en el convenio colectivo de trabajo vigente. La decisi贸n de abandonar las llamadas 鈥渢ablitas鈥, esquemas alternativos de referencia salarial frecuentemente utilizados en negociaciones informales, introduce una nueva din谩mica en la relaci贸n entre armadores y tripulaciones.
Este viraje hacia el cumplimiento estricto de los convenios puede ser interpretado como un intento de reducir la informalidad estructural del sector y, al mismo tiempo, blindarse frente a futuros litigios laborales. Pero tambi茅n puede verse como una advertencia al poder sindical: sin costos previsibles y estables, no hay producci贸n posible.
Cabe se帽alar, sin 谩nimo de confrontaci贸n, que buena parte de quienes hoy impulsan la revisi贸n del esquema salarial fueron, en su momento, part铆cipes activos en su conformaci贸n, avalando acuerdos que respond铆an a exigencias gremiales entonces consideradas razonables. Con el tiempo, sin embargo, ese entramado fue derivando en una estructura que ya no refleja con fidelidad la realidad operativa del sector. En paralelo, desde el 谩mbito sindical tambi茅n comienza a vislumbrarse una voluntad de avanzar hacia una mayor transparencia en la liquidaci贸n de haberes, reconociendo que los recibos de sueldo, tal como est谩n formulados actualmente, no siempre logran representar con claridad lo efectivamente percibido por los trabajadores.
Un plan de manejo en discusi贸n
El segundo gran eje del reclamo es institucional. Las c谩maras demandan una reformulaci贸n urgente del plan de manejo del langostino, actualmente bajo revisi贸n del Consejo Federal Pesquero. Las cr铆ticas son precisas: tiempos de marea restrictivos, l铆mites de velocidad de dudoso sustento t茅cnico, y una burocracia normativa que parece dise帽ada m谩s para fiscalizar que para fomentar el desarrollo.
En este sentido, se reclama no solo mayor flexibilidad operativa, sino una visi贸n m谩s estrat茅gica del recurso. 鈥La normativa vigente entorpece m谩s de lo que ordena鈥, sostienen desde ALFA, en referencia a regulaciones que, en la pr谩ctica, elevan costos, reducen eficiencia y fragmentan la planificaci贸n log铆stica.
Uno de los puntos m谩s sensibles del comunicado empresarial es el referido a los precios de la materia prima. El compromiso p煤blico de no operar por debajo de los valores alcanzados en la zafra nacional 2024, marca un hito. Ya no se trata de una puja por centavos, sino de un gesto pol铆tico que se帽ala hasta d贸nde est谩 dispuesto a ceder el primer eslab贸n de la cadena.
La fijaci贸n de precios m铆nimos no es una estrategia nueva en el sector primario, pero adquiere otro cariz cuando se impone como resistencia activa frente a una industria de procesamiento que, seg煤n denuncian, pretende imponer condiciones de compra por debajo de los umbrales de rentabilidad.
Una industria que empieza a ver costos hacia adentro
La referencia al Tipo de Cambio como variable distorsiva resume buena parte del drama econ贸mico argentino trasladado a la pesca: los costos se dolarizan por v铆as informales, proveedores y gremios indexan por IPC, los ingresos se pesifican en mercados deprimidos, y la ecuaci贸n termina siempre en d茅ficit. Normalizar esa din谩mica es, en s铆 misma, una meta pol铆tica, seg煤n los mentores de este comunicado.
Mientras algunos buques fresqueros ya operan al norte del paralelo 41掳, el anuncio conjunto de las cinco c谩maras rompe con la fragmentaci贸n habitual del sector fresquero de altura. La heterogeneidad interna, hasta ahora vista como una debilidad, se torna en virtud frente a un frente com煤n construido con paciencia y estrategia.
El mensaje que dejan no es solo para los reguladores o para los frigor铆ficos de tierra. Es tambi茅n un llamado a repensar el futuro de la industria pesquera argentina. Una industria que, sin consensos s贸lidos, podr铆a terminar encallada entre la rigidez normativa y la l贸gica de subsistencia.
Quiz谩s lo m谩s llamativo del documento emitido por las c谩maras no reside en sus denuncias, sino en el esfuerzo discursivo por aparentar una transformaci贸n. El llamado a la autocr铆tica, la unidad sectorial y la creaci贸n de una comisi贸n t茅cnica para revisar precios e insumos puede sonar institucionalmente maduro, pero choca frontalmente con la realidad hist贸rica del sector, que ha demostrado, una y otra vez, que la palabra empe帽ada carece de peso frente a los hechos. Este nuevo comunicado parece m谩s un ejercicio de cosm茅tica pol铆tica que un compromiso genuino.
Desde este medio, no existe margen para la ingenuidad: es pr谩cticamente inevitable que, llegada la segunda quincena de mayo, varios buques fresqueros est茅n operando sobre el langostino dentro de la ZVPJM. Lo har谩n, como tantas veces, en abierta contradicci贸n con sus propias declaraciones, reforzando la percepci贸n p煤blica de que este sector no solo ha perdido el valor de la palabra, sino tambi茅n cualquier atisbo de credibilidad. Mientras tanto, se insiste en una narrativa que busca convencer al poder pol铆tico de una voluntad de cambio que no resiste la prueba mas all谩 de dictada la apertura en aguas bajo jurisdicci贸n nacional dentro de la ZVPJM. El tiempo dir谩, si estamos equivocados.
El conflicto est谩 abierto. Pero tambi茅n, por primera vez en mucho tiempo, lo est谩 el debate estructural mientras hay quienes sostienen que el esquema actual de la pesca solo vira a un sector altisimamente calificado del cual muchos quedan exentos, como as铆 la posibilidad que en el esquema actual del mapamundi comercial internacional, haya reconversiones de fondo por las que determinadas especies probablemente queden en el mar argentino por falta de demanda y profundos cambios de h谩bitos de consumo, pero sobre todo por una inserci贸n de las especies de cultivo que han terminado aplanando precios al punto donde desaparecieron las rentabilidades. Un panorama desolador del escenario pesquero argentino que por ahora, es solo un manifiesto. El tiempo dir谩 si se ajusta en la pr谩ctica.






