Este miércoles, gremios marítimos y portuarios protagonizarán una movilización pacífica para visibilizar la negativa de las empresas pesqueras a sacar los barcos a la pesca, a pesar de que la temporada ya fue oficialmente abierta.
En una conferencia de prensa realizada el lunes por la tarde, representantes del Sindicato de Obreros Marítimos Unidos (SOMU) y otros sindicatos denunciaron un lock-out patronal que paraliza la actividad. “Nosotros no estamos pidiendo aumentos, solamente queremos salir a pescar”, afirmó César Zapata, referente del SOMU, y aclaró que los barcos están listos pero las empresas no permiten su salida.
Según Zapata, “ el Instituto Nacional de Investigación y Desarrollo Pesquero (INIDEP) ya definió la apertura de la temporada y las zonas de pesca, pero ninguna empresa se inscribió para participar del sorteo de embarcaciones”, haciendo alusión a la apertura ya informada y autorizada por el CFP. Algunas que habían manifestado su intención de salir luego desistieron, presionadas por un entorno político y empresarial adverso a los trabajadores, y por una fuerte presión de empresas integradas cuyas plantas desisten en manifestarse como demandantes para boicotear la actividad pesquera.
“El gobierno nacional y provincial hacen oídos sordos. Hace ocho meses que no salimos a pescar”, denunció el dirigente, que calificó la situación como un “lock-out puro y duro”.
Los gremios exigen una intervención urgente del Consejo Federal Pesquero, y reclaman también respuestas por parte del Secretario de Pesca de Chubut, con quien no han logrado contacto. Zapata adelantó que buscarán el apoyo de otras provincias, como Río Negro y Santa Cruz, para que la problemática sea escuchada.
El impacto de la paralización es profundo. Además de los 7.000 marineros directamente afectados, se calcula que más de 15.000 personas en Puerto Madryn sufren las consecuencias, incluyendo trabajadores del comercio, transporte y gastronomía. “Ni los taxistas ni los restaurantes están llenos como deberían. Esto no solo nos afecta a nosotros, lo siente toda la ciudad”, señaló Zapata.
Respecto a rumores de que las empresas exigen recortes salariales del 30% en los convenios colectivos, el SOMU fue categórico: “No vamos a aceptar eso. Hay un convenio colectivo y lo vamos a hacer respetar”. El dirigente denunció además que el acuerdo firmado en octubre pasado no se está cumpliendo.
La movilización de mañana se realizará en conjunto con otros gremios del sector. Aunque por ahora no se anunció un paro, los sindicatos advirtieron que, si el lock-out patronal persiste tras la reunión del jueves, podrían implementar medidas de fuerza.
“Somos el primer eslabón. Si nosotros no salimos a pescar, ningún otro gremio trabaja. Pero vamos a seguir apostando al diálogo, aunque ya no podemos esperar más”, concluyó Zapata.
La atención está puesta en la reunión del Consejo Federal Pesquero y la respuesta que puedan ofrecer las autoridades para destrabar el conflicto y reactivar la actividad en uno de los puertos más importantes de la Patagonia.