Uruguay, con su extenso territorio mar铆timo que duplica su superficie terrestre, enfrenta una crisis sin precedentes en su sector pesquero, dejando a m谩s de 2.000 personas desempleadas y a la flota industrial paralizada por m谩s de seis meses. Esta situaci贸n refleja una profunda desconexi贸n con su pasado pesquero.
El marco internacional de demanda de productos elaborados y congelados ofrecidos por su industria sin demanda y con precios muy bajos, m谩s la fuerte presi贸n sindical y la complejidad de la presi贸n tributaria, eclipsaron y evaporaron las rentabilidades de las empresas pesqueras. El resultado: Crisis. Es l贸gico, si la empresa no genera utilidad, desaparece. El modelo uruguayo bajo presi贸n y como leading case, de lo que no se debe hacer, con el agravante que en sus aguas dentro de la Zona Com煤n de Pesca, no hay especies de alto valor comercial, salvo la merluza, agravan una situaci贸n por dem谩s cr铆tica.
Como si fuese poco, la legislaci贸n laboral uruguaya privilegia con un seguro de paro, o subsidio por desempleo especial, a trabajadores en huelga.
El conflicto se agrava con acusaciones mutuas entre trabajadores y empresarios. Los primeros denuncian un 芦lock out patronal禄, alegando que las empresas han paralizado sus operaciones en espera de alivios financieros del gobierno. Por otro lado, los empresarios argumentan que las condiciones econ贸micas actuales hacen inviable la pesca rentable, optando por mantener los barcos en puerto durante los periodos de menor actividad.
芦Con este nivel de presi贸n sindical es imposible trabajar芦, dijeron desde la c谩mara que nuclea a los armadores, mientras el lunes, manifestaron en una nota, el listado de buques pesqueros alistados para pescar.


Oportunamente, y anticip谩ndonos al final indeseado de este conflicto, que presagiaba un final poco venturoso, como el actual, hab铆amos realizado una nota, -en abril de este a帽o-, con Carlos Abel Olivera, un armador cuya empresa, Novabarca posee 10 buques afectados a la pesca comercial, quien anticipaba este desenlace, hace algunas horas public贸 en su cuenta X, 芦Le sacan el cuerpo. Hoy hay (n煤meros conservadores) 2,000 personas menos trabajando en la Pesca. 2,000 puestos de trabajo perdidos en 6 meses. La mayor铆a de esos puestos son de personas de poca calificaci贸n y contexto cr铆tico. La indolencia de quienes deciden es brutal 芦, con un fuerte mensaje hacia la c煤pula sindical que no es representativa de quienes desean trabajar y permanecen como rehenes dentro de un esquema que los llev贸 al colapso.
Esta inactividad no solo representa p茅rdidas econ贸micas directas para Uruguay, sino que afecta al desarrollo de la industria naval y la industria pesquera procesadora y manufacturera, adem谩s de las familias con empleo directo e indirecto dependiente de dichos sectores.
Con apenas 54 barcos activos, de una flota que hab铆a alcanzado 130 unidades navales, de los cuales s贸lo 33 son de pesca costera fresquera, y un n煤mero reducido de plantas procesadoras, la industria enfrenta una subexplotaci贸n de su potencial pesquero.
El gobierno ha presentado propuestas para resolver la crisis, aunque no ha logrado un acuerdo definitivo con los empresarios. Las negociaciones se estancan en puntos como la caducidad de los permisos de pesca y las condiciones laborales, mientras persisten reclamos sobre el peso regulatorio estatal, los altos costos operativos y la fervorosa presi贸n sindical.
El Director Nacional de Recursos Acu谩ticos, 脕lvaro Irazoqui enfatiza la urgencia de un di谩logo constructivo, se帽alando que cualquier reestructura del sector debe priorizar los derechos de los trabajadores, quienes mayoritariamente est谩n contratados 芦a la parte禄.

El Presidente del Sindicato 脷nico de Trabajadores del Mar y Afines (SUNTMA), que agrupa a tripulantes de buques pesqueros, y trabajadores de la estiba y de las plantas de procesamiento, Alexis Pintos, desafi贸 a las empresas que no aceptan sus exigencias a retirarse del pa铆s 芦si no les sirve禄. Lo hizo en la audici贸n semanal que ese sindicato contrata en CX 40 Radio F茅nix.
芦Las condiciones las ponemos nosotros..ya dijimos, si no les sirve lo que hay, a la fila y a esperar. Lo vuelvo a reiterar: ac谩 el que firma, sale. Estamos trancando por algo que para nosotros es algo muy sencillo. Pero si para ellos (se refiere a las empresas armadoras) se les va la vida en eso, bien.. que se les vaya la vida, que se les vaya el balde, que se les vaya la cadena, y que se vayan鈥ue se vayan芦, afirm贸 Pintos, quien en cada ocasi贸n frente al micr贸fono, intenta con sus declaraciones, apagar el incendio con nafta.
En conclusi贸n, la resoluci贸n de la crisis pesquera en Uruguay requerir谩 un equilibrio delicado, entre la viabilidad econ贸mica empresarial y las condiciones laborales justas para los trabajadores. Es fundamental revitalizar la conexi贸n hist贸rica del pa铆s con el mar, aprovechando plenamente sus recursos para asegurar un futuro sostenible para la industria pesquera y la econom铆a nacional, que hoy aun por las declaraciones ut supra, queda reflejado que no existen.
Posiciones enfrentadas
Trabajadores: Culpan a los empresarios de tomarlos de 芦rehenes禄 y al gobierno de 芦empujar siempre para el lado empresarial芦. Exigen soluciones a los reclamos de fondo y medidas para paliar la situaci贸n financiera actual. Solicitan que se liberen los barcos y se negocie un nuevo convenio con mejoras salariales.
Empresarios: Dicen que no pueden sacar los barcos porque no se liberan y que la pesca necesita una transformaci贸n estructural. Proponen un nuevo convenio por dos o tres a帽os que sea 芦sostenible禄 para el sector. Est谩n dispuestos a negociar, pero exigen que se tomen medidas para mejorar la competitividad de la industria.
Gobierno: Ha estado trabajando en dos frentes: buscando soluciones a los reclamos de fondo del empresariado y negociando un nuevo convenio con los trabajadores; mientras conf铆a en poder llegar a un acuerdo en las pr贸ximas semanas para que la flota pueda salir a pescar.
Situaci贸n actual: La mejor 茅poca de pesca est谩 por comenzar, pero los barcos siguen amarrados. Los trabajadores est谩n perdiendo ingresos y muchos no tienen seguro de desempleo. La industria pesquera est谩 en crisis y necesita una transformaci贸n estructural.
Mientras tanto, el Consejo de Salarios se reunir谩 para negociar un nuevo convenio, el gobierno seguir谩 buscando soluciones a los problemas de fondo del sector y se espera que en las pr贸ximas semanas se llegue a un acuerdo que permita que la flota salga a pescar. Mientras tanto, los d铆as pasan y todos los participantes saben que se ha perdido mucho m谩s que seis meses de trabajo.
Es un marco referencial de hasta d贸nde cala profundo la presi贸n de sindicatos en las actividades privadas. El mercado no da, los derechos adquiridos se potencian como las pretensiones -incluso justificadas- y un d铆a, la Rebeli贸n de Atlas llega, para mal de todos. Hoy, lamentos y enfrentamientos no garantizan la soluci贸n de fondo de los problemas, un escenario del que todos los argentinos comprometidos con el mismo sector debiesen tener como punto de partida para no avanzar, sobre el mismo camino. 驴El condicionante?, cuando los mercados no demandan, los costos aumentan, las presiones tributarias exprimen y las pretensiones laborales empujan; el abismo est谩 m谩s cerca de lo esperado. As铆 lo demuestra Uruguay, lamentablemente; sea un ejemplo para recomponer la historia pesquera de este vecino pa铆s y su gente, pero por sobre todo, para no incurrir en los mismos errores.









