Los primeros datos oficiales del 2025 revelan un panorama inquietante para la industria pesquera extractiva con repercusiones hacia otras actividades sat茅lite de la misma, donde la incertidumbre en alta mar es solo el reflejo de una crisis que se profundiza en tierra firme.
Seg煤n datos oficiales generados por el Ministerio de Agricultura, Ganader铆a y Pesca de la Naci贸n, con un volumen de desembarques que apenas alcanza las 75.298.9 toneladas hasta el 4 de febrero鈥攗n 6.79% menos que en el mismo per铆odo del a帽o anterior鈥攅l sector enfrenta una contracci贸n que no solo compromete su normal equilibrio inmediato, sino que pone en jaque su sustentabilidad a largo plazo.
La merluza com煤n, pilar del eje pesquero primario extractivo y generador de la mayor industria de procesado en Argentina, se encuentra atrapada en un entramado de costos asfixiantes: el incremento exorbitante del Derecho 脷nico de Extracci贸n (multiplicado por 7 veces en d贸lares desde finales del 2023), los Derechos de Asignaci贸n de las CITC de merluza com煤n y el agobiante esquema de Derechos de Exportaci贸n con la consecuente exclusi贸n de la industria en la rebaja de los mismos han golpeado con fuerza a los actores m谩s vulnerables del sector. Esta presi贸n fiscal y regulatoria ha tenido su correlato en los puertos, donde la ca铆da de desembarques se ha convertido en una constante alarmante. Pero muchisimo mas alarmante el deficitario esquema que hoy corta a todo el sector pesquero, grandes y chicos en su respectiva proporci贸n.
La situaci贸n del langostino en la Patagonia, no es m谩s alentadora en materia de rentabilidad, con mano de obra que rompe todo esquema arm贸nico dentro de las basales proporciones de los inicios de la pesca, cuando en la modalidad a la parte se llegaba a la conclusi贸n que el 33% para cada participante de la producci贸n del barco era un modelo viable; hoy exacerbada.
Con m谩s de 85.000 descargadas a hoy en el Chubut con un nivel excelente de capturas, el beneficio al momento, es exclusivamente para el sector servicios y el complejo sat茅lite que circula en torno a un buque pesquero. Unos pescan para que otros se lleven las ganancias. As铆 de f谩cil es el esquema actual, donde los porcentuales de cada sector que interviene, desde la descarga hasta las plantas de procesado, alcanzan nuevos r茅cords en porcentaje sobre le valor del caj贸n de langostino. Constituyendo una de las mayores arbitrariedades de la industria pesquera, que ve como se diezma el valor de lo capturado y cuyo residual no alcanza siquiera para poder cambiar un chapa del barco. El esquema es leonino y preocupante. Record en descargas con una zafra de las mas voluminosas de los 煤ltimos a帽os, con m谩rgenes exiguos para quienes impulsan la actividad.
A煤n m谩s dram谩tica es la ca铆da en la captura de merluza hubbsi al sur del paralelo 41潞 Sur, que con 12.305.9 toneladas representa un desplome del 21,85% respecto al a帽o anterior. El variado costero, por su parte, exhibe un derrumbe del 26.67%, con apenas 2.932 toneladas registradas, en un segmento costero que parece el pr贸ximo a continuar el legado de las tradicionales lanchas amarillas, donde salvo la temporada de corvina con destino exportaci贸n, el impacto del consumo de pescado para mercado interno parece no ser suficiente para la sustentabilidad de este segmento de la flota.
La inquietud que los consume se vuelve cada vez m谩s insostenible: 驴hasta cu谩ndo podr谩 resistir el sistema en estado de emergencia? La fragilidad de su estructura se vuelve m谩s evidente con cada d铆a que pasa, mientras la sensaci贸n de vulnerabilidad crece de manera alarmante. Lo m谩s preocupante, sin embargo, es que la historia parece repetir lo que sucedi贸 con las hist贸ricas lanchas amarillas en un reflejo claro de debilidad operativa y m谩rgenes negativos. 驴Ser谩 acaso el turno del segmento inmediatamente superior?, la amenaza parece inminente, y su sombra se cierne con una gravedad que no puede ignorarse. En este contexto, se vuelve imperativo actuar con urgencia, encontrar los canales adecuados para exponer estos esquemas nocivos antes que llegue al momento cr铆tico, donde ya no habr谩 oportunidad de rectificaci贸n.
Una cruel realidad donde todo pasa a manos mayores. Lo artesanal y el mercado interno no promete mejoras para el sector a pesar que podr铆an verse indicadores de la econom铆a en crecimiento. Para la pesca el panorama a煤n es en retracci贸n, agobiada por impuestos, cargas y costos, y con techo en los precios internacionales, la 煤nica salida viable es la supervivencia que para algunos va directa y proporcionalmente relacionada con la flexibilizaci贸n a ciertas reglas de juego.
En este complejo escenario, donde los 铆ndices de ca铆da de descargas son m谩s que un mero valor orientativo, en definitiva: 驴que ser铆a la estad铆stica? sino m谩s que un fiel reflejo de lo que expresa un sector que sali贸 a pescar casi por compromiso y evaluando el costo de la inactividad con la operatividad con rentabilidad negativa del mismo, hechos que se reflejan en la laxativa lentitud que un segmento de la flota inici贸 la primer marea del a帽o.
La reducci贸n de materia prima disponible para la industria, sumada a un entorno regulatorio cada vez m谩s hostil, perfila un 2025 donde la pesca no solo deber谩 sortear los embates naturales del mar, sino tambi茅n las inclemencias de un sistema que, lejos de fomentar su desarrollo, parece condenado a empujarla al borde del colapso. Despu茅s de Pascuas, el sistema sin dudas apunta a lo cr铆tico.






