El secretario general del SOMU Puerto Madryn, C茅sar Zapata, expres贸 su preocupaci贸n por la falta de actividad en la planta pesquera ex Alpesca y la ausencia de definiciones sobre el futuro de los marineros, mientras Profand avanza lentamente en la transici贸n como nueva arrendataria del complejo.
Un grupo de marineros de la ex Alpesca se acerc贸 al ingreso del predio pesquero para intentar dialogar con el secretario de Pesca, Andr茅s Arbeletche, ante la incertidumbre que atraviesan desde la llegada de Profand como nuevo arrendatario. 鈥Estamos preocupados鈥, expres贸 C茅sar Zapata, quien encabez贸 el encuentro acompa帽ado por los trabajadores.
Seg煤n explic贸 el dirigente, en las 煤ltimas horas mantuvieron una reuni贸n con los responsables de la flota de Profand, quienes confirmaron que la empresa Red Chamber se llev贸 los dos buques que se encontraban en condiciones de operar. 鈥Nos dijeron que se llevaron los barcos que pod铆an estar trabajando hoy mismo, y todav铆a no hay plazos para convocar a los marineros鈥, indic贸 Zapata.

De acuerdo con la informaci贸n recabada por este medio, los buques mencionados 鈥攅l BP Promarsa III y el BP Cabo V铆rgenes鈥 no fueron recientemente retirados por Red Chamber, sino que ya se encontraban fuera de Puerto Madryn con anterioridad.
El BP Promarsa III permanece en Buenos Aires desde fines del a帽o pasado, mientras que el BP Cabo V铆rgenes, se encontraba amarrado junto al Promarsa III en el mismo muelle, zarpando el 26 de julio a las 09:48 horas con destino a Puerto Madryn, donde embarc贸 tripulaci贸n para participar en la temporada de langostino en aguas nacionales. Tras finalizar su 煤ltima marea, arrib贸 este 7 de octubre a la rada interior acceso a Puerto Rosales.

Este dato aclara que los movimientos de ambas embarcaciones forman parte de la operatoria habitual de la flota y no de una decisi贸n reciente de retiro por parte de la anterior arrendataria, como se hab铆a interpretado.
El dirigente se帽al贸 que esperaban un panorama distinto tras los anuncios realizados la semana pasada sobre la llegada de Profand. 鈥Pens谩bamos que esto iba a resolverse en 10 o 15 d铆as, pero la empresa nos dijo que todav铆a esperan definiciones judiciales para que los barcos crucen a la nueva firma y que no hay planes inmediatos para traer m谩s unidades. Esto va a ser a largo plazo鈥, advirti贸 Zapata.
La situaci贸n de unos 60/70 trabajadores mar铆timos vuelve a exponer las contradicciones estructurales del sector. A poco m谩s de una semana de la asunci贸n de la nueva conducci贸n de la ex Alpesca por parte del grupo Profand, los reclamos gremiales parecen redescubrir la existencia de la mariner铆a, un colectivo que 鈥攕eg煤n estimaciones sindicales鈥 mantiene entre sesenta y setenta hombres a煤n sin actividad, aguardando definiciones concretas.
Apenas nueve tripulantes fueron incorporados por la nueva administraci贸n, con el compromiso de percibir un asegurado a fin de mes, aunque persisten las dudas respecto de la efectivizaci贸n de ese pago. Pese a las tensiones, la llegada de Profand marca el inicio de una etapa de reconstrucci贸n para un predio pesquero que durante a帽os acumul贸 inactividad, litigios y desmanejo administrativo. Desde la compa帽铆a, se subraya que el proceso reci茅n comienza y que requerir谩 tiempo, inversi贸n y planificaci贸n estrat茅gica para restablecer un funcionamiento sostenible.
En ese contexto, el delegado gremial Zapata reiter贸 que la principal demanda de los marineros es volver a embarcar cuanto antes, afirmando: 鈥Queremos trabajar. Los marineros no estamos acostumbrados a hacer piquetes ni a estar en la calle; estamos para embarcar y ganarnos el sustento con nuestro oficio鈥.
No obstante, el reclamo, leg铆timo en su origen, exhibe una precipitaci贸n llamativa frente a una empresa que apenas inicia el proceso de toma de posesi贸n y reorganizaci贸n de una estructura deteriorada.
La urgencia de las exigencias gremiales, planteadas con premura, contrasta con la etapa incipiente de reconstrucci贸n en la que se encuentra el predio, donde toda reactivaci贸n sustentable requiere 鈥攊nevitablemente鈥 tiempo, planificaci贸n y responsabilidad compartida.
La frase, cargada de una dignidad sobria, resume la distancia que a menudo media entre las gestiones sindicales y las verdaderas urgencias de quienes dependen del mar para vivir.








