Con el invierno en pleno desarrollo y el viento patagónico como testigo, el puerto de Rawson volvió a llenarse de movimiento. Los buques amarillos regresaron de la zona de pesca con sus bodegas cargadas de anchoíta, una especie que en los últimos años dejó de ser un recurso marginal en la Patagonia para convertirse en protagonista de la actividad pesquera local. Su desembarco no solo representa trabajo para los marineros y estibadores de Chubut: gran parte de esas capturas viaja cientos de kilómetros hacia Mar del Plata, donde se transforman en conserva y generan empleo en plantas industriales, talleres, logística y comercio, además de ser una especie de elevadísimo valor en la cadena trófica de otras especies comerciales.
En los últimos años, la provincia de Chubut ha registrado un crecimiento sostenido en las descargas de anchoíta, reflejo de un cambio significativo en las prácticas pesqueras locales que impacta tanto en la economía como en el ambiente regional. Este auge tiene especial repercusión en Mar del Plata, principal centro de procesamiento de la especie. Solo en lo que va de agosto, el puerto de Rawson acumuló cerca de 75 toneladas de anchoíta desembarcadas, consolidando una tendencia que ha transformado la dinámica pesquera de la zona.
La semana pasada salieron los primeros barcos de la temporada. Las embarcaciones de Rawson están pescando a 27 millas al sur del puerto —equivalentes a unas dos horas y media de navegación—, sobre el borde de la milla 12, en aguas jurisdiccionales de la provincia de Chubut. Los buques en actividad son: Siempre María Elena, Siempre Don Conrado, Altar, Nuevo Anave, Nuevo Quequén y Trabajamos; todos forman parte de la Cámara de la Flota Amarilla de Chubut (CAFACh).
La decisión de la Subsecretaría de Trabajo, tomada el miércoles 30 de julio, de dictar la conciliación obligatoria por 15 días hábiles permitió que las embarcaciones pudieran operar. Las faenas arrojan altos volúmenes de captura y ejemplares de muy buena calidad y talla, lo que refuerza las expectativas para el resto de la temporada.
Las primeras descargas que arribaron a las conserveras de Mar del Plata presentan tallas entre 30 y 36 unidades por kilo, con un precio de $1.200. Desde hace algo más de cinco años, estas capturas abastecen a los principales saladeros y conserveras marplatenses.


En Argentina la anchoíta es considerada una especie subexplotada, por lo que existe margen para desarrollar la cadena de valor y convertir el pescado en productos para consumo. De mediar condiciones que alienten las exportaciones, parte de esa producción podría orientarse también al mercado internacional, en conserva y otras modalidades.
El crecimiento de las descargas en Rawson representa una oportunidad importante para la economía pesquera de Chubut, y vuelve a impulsar la actividad industrial y laboral en Mar del Plata. Con gestión responsable y foco en sostenibilidad e innovación, la región puede seguir beneficiándose de este recurso.