Es una tarea importante para la actividad, que si es mal aplicada hace perder tiempo e inoperancia a los buques pesqueros, sean fresqueros o congeladores. Descargar un congelador, muchas veces emplea hasta 50 personas en el lugar, no es tarea f谩cil y siempre fue bien remunerada.
El 5% del costo de la carga era un n煤mero que se maneja entre los hist贸ricos de la pesca, pero, como todo en nuestro pais ligado a atrasos y recuperaci贸n de variables moviles que tienen que ver con acuerdos sectoriales, valores del Tipo de Cambio, 铆ndices de Precios al Consumidor y precios del ajetreado mercado internacional de pescados y mariscos, hacen que a veces esos porcentajes sean muy din谩micos. Este es un momento donde est谩 llegando a su pico y no por su crecimiento per se, sino porque uno de los factores m谩s incidentes dentro de la empresa pesquera es el tipo de cambio y con El, el valor de la carga.
Los primeros poteros hicieron su ingreso a los principales puertos pesqueros cercanos al caladero. Puerto Deseado lleva la delantera, le sigue Puerto Madryn y reci茅n empieza el hoy, lejano Mar del Plata desde donde se encuentra el recurso.
Descargar 800tn de calamar congelado de un potero, ronda los u$s 100.000, no es poca cosa, y mucho menos en un mercado internacional que en este recurso tiene demanda y poca volatilidad.
Son una o dos gr煤as y al menos 50 empleados, que se dedican a descargar, reaprovisionar y limpiar la bodega para disponerlo a la pr贸xima marea. La diferencia entre puertos es sustancial, ronda entre 10-20%, siendo Mar del Plata m谩s r谩pida, eficiente y algo menos costosa entre los puertos predestinado a las descarga del cefal贸podo.
P谩rrafo aparte, para la merluza. Los merluceros tienen una gran incidencia con el costo de la descarga, fundamentalmente por la proporci贸n de volumen y costo de la materia prima que descargan. Habr谩 que hacer bien los n煤meros, la actividad comienza a tornarse con costos crecientes y ventas limitadas, por lo que la rentabilidad es quien est谩 en juego.
Lo concreto es que a partir de las 0hs de hoy, rige un aumento del 20%.
Para algunos armadores excesivo, para las cooperativas de descarga, solo un paliativo frente a la inflaci贸n reinante. Cualquiera de las dos posiciones siempre son quejosos de la realidad, porque la masa laboral, privada o estatal, trabajador o empleador, no termina de ajustarse a una 芦gran cinta transportadora禄 que arremete con todos, llamada inflaci贸n. Es muy dif铆cil predecir, presupuestar y hacer un an谩lisis de costos a futuro; la cinta transportadora de la inflaci贸n avanza r谩pidamente o ralentizada, pero lic煤a toda posibilidad, entre ella, el de hacer creer que todo el mundo est谩 ocupado con indicadores cada d铆a m谩s abultados, pero donde en la zaranda, es poco lo que queda, si queda.



Obreros y empleadores, que jam谩s estuvieron en equilibrio gozan hoy de un mercado din谩mico donde todas las variables hist贸ricas se mueven al comp谩s del IPC, haciendo creer que el empleado hace como que trabaja (desalentado por no llegar a fin de mes) y el empleador como que paga, pero la realidad es que ninguno de los dos, saca ventaja en n煤meros y un solo factor, tienen en com煤n, los dos est谩n entretenidos, pero ambos no generan riqueza.






