Tras un mes de parálisis total por la extraordinaria sedimentación que bloqueó el canal de acceso, el puerto de San Pedro inició finalmente las tareas de dragado de emergencia para recuperar su funcionamiento. Las maniobras comenzaron el pasado viernes y están a cargo de la empresa Compañía Sudamericana de Dragados, la misma que en mayo había ejecutado el refulado anual.
Dos dragas ya trabajan en simultáneo en la zona. La Afonso de Albuquerque, equipada con sistema de succión de arrastre, interviene sobre el canal de acceso y deposita el sedimento extraído en el río Paraná, confiando en que la corriente lo arrastre. En paralelo, la draga Pancho actúa por inyección de agua en la zona de maniobras de la dársena, una tarea más delicada que se realiza en las inmediaciones de la proa del buque Yasa Tokyo, aún varado en el muelle elevador desde el temporal de mediados de mayo.
La tarea es compleja: deben sacar alrededor de 214 mil metros cúbicos de sedimento, el triple de lo removido durante el dragado de mayo. La abrupta acumulación de barro en el canal —equivalente a tres años de sedimentación habitual— fue causada por una creciente inusual del riacho Baradero tras el temporal, que arrastró material de forma repentina y dejó al puerto inoperable.
El objetivo es restituir la profundidad del canal a al menos 10 metros, condición necesaria para que el Yasa Tokyo, que transporta 33.000 toneladas de trigo, pueda finalmente zarpar. Las mediciones posteriores al incidente habían revelado que la profundidad del canal había caído a 6,50 metros, haciendo imposible la salida del buque.
Para afrontar el costo de esta obra urgente, el Consorcio de Gestión del Puerto de San Pedro decidió utilizar 1.500 millones de pesos provenientes de los intereses generados por un fondo nacional que originalmente estaba destinado a una obra en el muelle. Ese proyecto no pudo concretarse durante el gobierno anterior debido a la inflación.
El presidente del consorcio, Carlos Casini, expresó su esperanza de que el puerto pueda recuperar su operatividad plena al finalizar las tareas, estimadas para dentro de una semana. Mientras tanto, el Yasa Tokyo. sigue a la espera de condiciones adecuadas para zarpar.
Con el avance del dragado y el trabajo conjunto de autoridades y empresas, se busca no solo restablecer la actividad portuaria, sino también evitar que se pierda la temporada de exportaciones, clave para la economía local y regional.