Con el objetivo de reducir el impacto de los aparejos de pesca perdidos o abandonados en el litoral marítimo, se realizó esta tercera reunión de la Mesa de Diálogo que fue convocada por la Dirección Nacional de Coordinación y Fiscalización Pesquera.
Esta actividad ya se había desarrollado, junto a otros actores, en la ciudad de Puerto Madryn (Chubut) en el último mes de agosto. Ver nota sobre identificación y trazabilidad en aparejos de pesca.
De esta nueva reunión desarrollada en Mar del Plata, participaron Guillermo Vitullo, miembro de la Unidad de Coordinación Pesquera de la Dirección Nacional de Coordinación y Fiscalización Pesquera, Gabriela Navarro Directora de Planificación Pesquera de la Subsecretaría de Pesca y Acuicultura de La Nación, la Eugenia Romero miembro de la Dirección de Planificación Pesquera, el Ing. Ricardo Roth miembro del INIDEP, mientras que por el área de Pesca de la Provincia de Buenos Aires participó su Director, Matías Nicolosi y por este mismo organismo estuvieron presentes Daniel Suárez, María Eva Cabanellas, Juan Galliari, Leandro Paraja y Horacio Oñatibia.
Por su parte estuvieron presentes desde el sector Redero Guillermo Nyville, Matías Mantovani, Luis Giorgetti, Pedro Moscuzza, Cristina Nor, Miguel Ángel Kooij, Rubén Rueda y Leonardo Ceschin del Grupo Solimeno.
La Unidad de Coordinación Pesquera de la Dirección Nacional de Coordinación y Fiscalización Pesquera expuso lo avanzado en las reuniones anteriores, tras lo cual el Ing. Ricardo Roth del INIDEP, comentó sobre la marcación de aparejos de pesca que se realizan a nivel mundial.
Se presentaron las Directrices Voluntarias sobre el marcado de las artes de pesca elaborado por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) en el año 2018.
Además, se adelantó que se está trabajando en un manual de marcado que se espera su publicación para fin del presente año, donde se detallarán los tipos de marcas recomendados, la información que deben contener y las distintas partes de los aparejos de pesca que deberían ser marcados.
Desde la Subsecretaría de Pesca y Acuicultura se destacó que esta iniciativa pretende desincentivar el abandono voluntario de aparejos y cuantificar la magnitud de la problemática en el Mar Argentino, remarcándose la importancia de diferenciar lo que será el sistema de marcado de redes de su posterior reciclado.
En la reunión se puso de manifiesto que tal como recomienda la FAO, se abordará este proceso considerando el riesgo de pérdida e impacto de cada arte de pesca, lo que implica tener en cuenta cantidad y proporción de aparejos de pesca perdidos/abandonados de acuerdo al arte, su distribución espacial y esfuerzo, y los impactos que pueden ocasionar tanto en el ambiente como en aspectos socioeconómicos.
Entre las referencias que se dieron se comentó el sistema de recuperación de redes para su reciclado o exportación a Chile y cuál es el mecanismo de trazabilidad que actualmente implementan.
Los actores vinculados puntualmente al sector de redes, reconocieron que en Mar del Plata se arman y reparan redes de arrastre y en menor medida redes de arrastre de media agua, mientras que prácticamente no trabajan con redes de enmalle y mucho menos de cerco.
Se evaluó la situación actual de los aparejos de pesca perdidos, abandonados o descartados en Argentina, donde los rederos destacaron que no suelen registrarse pérdidas permanentes de equipos completos y en el caso de pérdidas accidentales se geolocalizan los sitios para su posterior recuperación, para luego recuperarlas o bien para enviarse junto a otras redes en desuso para su reciclado. La tecnología de sondas de fondo marino y de columna de agua han permitido a los capitanes de pesca, plottear el fondo marino, principalmente donde realizan los lances de pesca, saben si hay piedra, lajas o enganche. En caso de haberlo por descuido o por una marca muy cercana a la piedra, se marca la posición y con un grampín muchas veces se recaptura el equipo en el caso de perderlo completo.
Respecto al marcado de artes de pesca se discutió su complejidad, ya que las artes suelen ser modificadas y reparadas numerosas veces. Según mencionaron el ciclo de vida de las redes es variable, pero con sus cuidados correspondientes puede durar varios años, debido que si existen daños y/o por limite de vida útil, el cambio es permanente y parte del mismo mantenimiento del armador.
Ante la imposibilidad de marcar todo el aparejo (compuesto, en el caso de la red de arrastre, por hasta 20 piezas) y que lo más común es que se pierdan partes del mismo, se requiere trabajar en la selección estratégica de los puntos de marcado de cada arte. Esto, en términos generales, coincide con lo expresado por los rederos patagónicos, en la mesa que se desarrolló en Puerto Madryn como hemos informado a través de PESCARE. Lo que quedo claro, es que no existe sanción prima facie por la perdida de partes o el total del equipo, siempre y cuando se informe.
Guillermo Vitullo, miembro de la Unidad de Coordinación Pesquera de la Dirección Nacional de Coordinación y Fiscalización Pesquera, comentó que “trabajar en conjunto con los actores del sector es clave para concientizar acerca de la situación y comprometernos en una solución eficaz y eficiente. Este tercer encuentro realizado en la Ciudad de Mar del Plata fue muy productivo y con una buena convocatoria, donde se pudieron ver distintas experiencias.
Entre otras temáticas, se planteó la posibilidad que, en cada acta de redes, al inicio de cada marea, se registren los aparejos con sus marcas, y que se declaren las artes que retornaron a puerto, por ejemplo, en el parte de pesca. Eventualmente, en el control de descarga se puede registrar también el retorno de los equipos. Estas son alternativas a evaluar y que se generan con la sinergia y el conocimiento de las distintas voces que participan en cada encuentro.
Tenemos que avanzar siempre con decisiones que promuevan una gestión responsable de los equipos de pesca tanto a bordo como en tierra”, sostuvo Vitullo. De alguna manera, marcando la misma predisposición de las actuales autoridades de pesca para trasladar una exigencia de FAO a la pesca en Argentina.