El conflicto por distintas recomposiciones salariales entre los gremios de la mariner铆a y las c谩maras empresarias parece no encontrar una soluci贸n satisfactoria.
La negociaci贸n paritaria comenz贸 a mediados de marzo, cuando el convenio colectivo de trabajo (CCT) venci贸 el 28 de febrero. Las partes buscaron un equilibrio, pero el proceso se dividi贸 en dos enfoques distintos.
Por un lado, el Sindicato Mar铆timo de Pescadores (SIMAPE), liderado por Pablo Trueba, acord贸 un aumento salarial del 20% para marzo y un 15% para abril, superando la inflaci贸n mensual pero intentando recuperar lo perdido en el 煤ltimo trimestre del ejercicio 2023-24. Por otro lado, el Sindicato de Obreros Mar铆timos Unidos (SOMU) liderado por Oscar Bravo, busc贸 equilibrar la p茅rdida del poder adquisitivo frente a la alta inflaci贸n de la 煤ltima mitad del ejercicio pasado.
El SOMU no acept贸 ni firm贸 ese acuerdo, a pesar de que su sede central en Buenos Aires mostr贸 mayor disposici贸n al di谩logo, quiz谩s por su cercan铆a con aquellos que pretenden no homologar aumentos superiores a la inflaci贸n mensual. El criterio de esta postura, no est谩 claro, pero se presupone.
A mediados y fines de abril, comenzaron las demoras en la salida de la flota, presionando por una recomposici贸n. Las diferencias salariales eran evidentes, pero los armadores argumentaron que no pod铆an pagar m谩s debido a la depresi贸n de precios en los mercados internacionales, la falta de demanda, los costos crecientes ajustados por IPC y un tipo de cambio casi estancado con un ajuste mensual del 2%. La merluza en el muelle segu铆a valiendo $650, el mismo precio de cinco meses atr谩s, lo cual es comprensible.
Ambas partes tienen razones para defender sus posiciones: la mariner铆a ha quedado rezagada en comparaci贸n con otros gremios y ha perdido contra el IPC, mientras que los armadores aducen que no pueden pagar lo que no ganan.
El 3 de mayo se lleg贸 a una conciliaci贸n obligatoria de 15 d铆as h谩biles, que finaliz贸 el 29 de mayo. La ley estipula cinco d铆as h谩biles m谩s, que vencen hoy. Las negociaciones han subido de tono y ninguna de las partes ha encontrado el equilibrio necesario. El ego de los negociadores ha crecido m谩s que el IPC, lo que hace improbable un acuerdo en el corto plazo. El SOMU podr铆a quedar en libertad de acci贸n a partir de ma帽ana.
En este tiempo, hubo diferencias en las liquidaciones respecto al tipo de cambio del Programa de Incremento Exportador, que se superaron seg煤n lo acordado previamente. El SIMAPE, cansado de la situaci贸n, est谩 negociando un aumento del 20% para mayo y otro 20% para junio. Sin embargo, algunas c谩maras no pueden pagar m谩s all谩 de la inflaci贸n prevista, cercana al 6% para mayo y 5% para junio, lo que tambi茅n deja al SIMAPE en libertad de acci贸n.
Si no hay una soluci贸n inminente, la paralizaci贸n de la flota fresquera (merlucera y tangonera) parece inevitable.






