El 20 de abril de 1917, los trabajadores navales de ese entonces, creaban la primera organización sindical de su actividad pensando en que organizados mediante una entidad gremial podrían defender mejor los derechos de los trabajadores. Hoy se cumple un nuevo aniversario de esa creación y es por eso que se celebra el Día del Obrero Naval.
Este 2022 encuentra a la industria naval con gran demanda de mano de obra especializada en el rubro. No es casualidad que cientos de obreros llegan día a día ataviados con sus mamelucos y sus ganas de subirse a un barco o ingresar a un astillero para hacer su aporte a una obra o reparar alguna embarcación sin descuidar el mantenimiento preventivo.
A las 12 de cada día, con el sonido de un timbre o una sirena, cientos de obreros navales que trabajan en los astilleros ganan las calles internas de los puertos, para hacer una pausa y alimentarse.
Cascos debajo de los brazos, charlas y bromas se multiplican a la salida de los astilleros para compartir un almuerzo para luego continuar con sus tareas, por ejemplo en SPI Astilleros, donde muchos de ellos, se colocan a la sombra de la plazoleta instalada frente a las oficinas de la empresa, mientras que otros buscan sombra o abrigo al sol pegados a la Escollera Sur.
El señero Astillero Contessi les brinda la comodidad de un comedor para aquellos que lo prefieren y hacer la misma pausa para alimentarse antes de volver a las naves, subirse a importantes alturas y continuar con la construcción simultánea de varias embarcaciones o realizar reparaciones.
El paisaje de la zona aledaña a la banquina en Mar del Plata también cambia al mediodía. Unos eligen el lugar para comer contiguo al lugar de amarre del tradicional “Anamora”, mientras que otros, en cualquier época del año, conviven con marplatenses y turistas, ocupando las mesas del Paseo de la Banquina Chica. Esos son los obreros de Tecno Pesca Argentina, o TPA como se conoce al astillero en el ámbito pesquero y naval.
Otros tienen la encomiable tarea de trabajar directamente sobre las embarcaciones. Si hay ruido de las piquetas en los muelles quieren decir que las cosas van bien. Quitan óxido, se cuelgan en silletas, revisan cada uno de los centímetros de los barcos, buscando un mantenimiento óptimo para que todos puedan navegar con tranquilidad.
No hay frío, no hay lluvia, no hay niebla, no hay sol. Nada los detiene porque además de ser su trabajo y su responsabilidad, tienen el componente imprescindible que es el querer lo que hacen, de otra manera no sería posible.
El crecimiento de la Industria Naval hoy en día está requiriendo más mano de obra especializada, por ellos las capacitaciones están a la orden del día. Algunos aprenden de “0”. Otros se perfeccionan, pero siempre en el camino del aprendizaje para mejorar una actividad que continúan en franco crecimiento.
Reconocemos y admiramos su tarea, no exenta de luchas y sacrificios. Desde PESCARE los saludamos afectivamente valorando su tarea. FELIZ DIA DEL OBRERO NAVAL!!!