Después de que la flota tangonera congeladora retomara la actividad tras una paralización que superó los 70 días, el Consejo de Empresas Pesqueras Argentinas (CEPA) –de intensa labor en los últimos meses– y la Asociación Argentina de Capitanes, Pilotos y Patrones de Pesca (AACPyPP) firmaron un acuerdo para fortalecer y regular la continuidad operativa. Este convenio se suma a otros acuerdos similares firmados previamente con cámaras empresarias como CAPIP y CAPeCA, reflejando un esfuerzo conjunto del sector para superar la crisis y poner en marcha la flota tangonera congeladora.
Ambas partes manifestaron su voluntad de superar la coyuntura mediante una modificación del marco normativo vigente, contemplando las particularidades de la actividad y la necesidad de sostener el empleo. Coincidieron en que el sector langostinero, fuertemente orientado a la exportación, enfrenta dificultades derivadas de la caída de precios internacionales y la competencia global.
El acuerdo, que fue recibido en nuestra redacción a última hora de ayer por parte de la central gremial, tendrá vigencia hasta la firma de un nuevo convenio colectivo o hasta que las partes decidan su finalización. Será de aplicación para todos los oficiales de puente embarcados en buques congeladores tangoneros de bandera argentina pertenecientes a empresas asociadas a CEPA.
Uno de los ejes centrales del entendimiento es la aplicación del beneficio previsto en el Decreto 633/2018, que permite declarar como no remunerativo el 70 % del salario total por un período inicial de 90 días, prorrogable por otros 90, con exención de contribuciones patronales durante ese plazo. Este esquema busca aliviar la carga impositiva de las empresas mientras se restablece la actividad.
Los salarios básicos de la oficialidad en navegación quedaron fijados en $1.485.000 para el capitán, $1.162.000 para el primer oficial y $929.758 para el oficial común.
También se establece un sueldo garantizado, que asegura un ingreso mínimo mensual cuando la producción no alcance los valores esperados, y un esquema por producción, determinado en función del tonelaje neto de producto descargado.
La Asociación de Capitanes resolvió, como gesto ante la situación crítica del sector, reducir transitoriamente la cuota sindical al 1 % del total de las remuneraciones. Además, los trabajadores devengarán 0,52 días de franco compensatorio por cada jornada de enrolamiento efectiva.
Respecto al financiamiento de actividades de formación y asistencia, el acuerdo contempla dos contribuciones diferenciadas:
- Un aporte mensual por buque destinado a capacitación (USD 225 cuando esté en navegación y USD 75 en puerto).
- Una contribución extraordinaria por única vez de USD 10.000 por buque, a abonar en dos cuotas durante agosto y septiembre, destinada a fortalecer las acciones sociales y sanitarias impulsadas por el sindicato.
El texto también reconoce que la temporada de pesca del langostino en la zona de veda de juveniles de merluza suele desarrollarse entre junio y septiembre, por lo que las condiciones laborales pactadas tendrán vigencia en ese marco temporal.
Finalmente, se solicitó la correspondiente homologación administrativa del acuerdo, con efecto retroactivo a la fecha de su firma.