En medio de un profundo reacomodamiento de variables que atraviesa el sector pesquero argentino, el presidente y socio mayoritario de Conarpesa, Fernando 脕lvarez Castellano, el empresario que forj贸 un imperio pesquero sin dobleces defendi贸 con firmeza el camino recorrido por la empresa que lidera hace tres d茅cadas. En una entrevista en el programa radial El Quinto Poder, cargada de explosividad y contundencia en cada aseveraci贸n y a tono personal, repas贸 los inicios de la compa帽铆a, cuestion贸 al SOMU, denunci贸 injurias y anticip贸 una posible venta del paquete accionario a un grupo inversor internacional.
鈥Llegu茅 hace 30 a帽os porque a mi padre le hab铆an robado los barcos. Me mandaron a recuperar lo que se pudiera. Con un grupo de 30 o 40 personas que se pusieron la camiseta, empezamos a sacar los barcos de la playa y a pescar 鈥, recuerda 脕lvarez Castellano. Durante siete a帽os, asegura, no cobr贸 sueldo y vivi贸 con lo justo mientras reconstru铆a lo que quedaba de la empresa. 鈥Me auto impuse como presidente y fui recuperando lo que pude con trabajo y mucho esfuerzo de toda mi gente 鈥.
El empresario reivindica el rol pionero de Conarpesa en el desarrollo de la pesquer铆a de langostino en Rawson y destaca su capacidad para sostener la compa帽铆a en tiempos dif铆ciles. 鈥Las plantas estaban paradas, y cuando empez贸 el negocio del langostino, me sent茅 con los representantes del SOMU en un quincho de Madryn y acordamos. Pagaba cinco d贸lares el kilo. Y los pagu茅 鈥.
Conarpesa cuenta hoy con m谩s de mil empleados, plantas en Rawson, Caleta Olivia, y recientemente incorpor贸 un buque de 煤ltima generaci贸n, financiado en Europa. 鈥Me critican por correr autos. Yo vivo pendiente del tel茅fono todos los d铆as del a帽o. Si a alguien le molesta, lo siento, pero voy a seguir corriendo 鈥.
En verdad, resulta mezquino y de una bajeza lamentable juzgar lo que un empresario hace en su tiempo libre, especialmente cuando ese ocio es fruto de a帽os de esfuerzo, sacrificio y trabajo incansable. Cada uno gasta su dinero como le parezca sin mediar explicaciones a nadie, cuando no hay cuentas pendientes y una vida de trabajo.
Quienes opinan desde el resentimiento de la mediocridad, lo que otro ha logrado, no hacen m谩s que evidenciar su miseria interior: ven el brillo, pero ignoran el sudor. Triste reflejo de una sociedad que envidia m谩s de lo que admira, y critica m谩s de lo que construye.

Respecto al conflicto con el SOMU, 脕lvarez Castellano fue tajante: 鈥En la 煤ltima negociaci贸n, hace cinco a帽os, tiraron 500 mil kilos de langostino en Madryn. Termin茅 enemistado con Carlos Liberman (ex subsecretario de Pesca), que me llamaba para amenazarme. Desde entonces, me ech茅 para atr谩s. Peleen solos. Si lo que acuerdan me interesa, firmo. Yo ya no me meto 鈥.
脕lvarez Castellano no ocult贸 sus cr铆ticas hacia el sindicato: 鈥El a帽o pasado pagu茅 650 millones de pesos en aportes al SOMU. Calcul茅 que el sindicato recauda unos 12 mil millones al a帽o. 驴D贸nde est谩n esos millones? Tienen la obra social quebrada 鈥, sentenci贸.
Con una firmeza inusitada, reiter贸 que la problem谩tica no radica exclusivamente en los barcos ni en los muelles, sino en la profunda ausencia de control, de gesti贸n efectiva y, sobre todo, de voluntad pol铆tica para abordar con seriedad la administraci贸n de los fondos sindicales. 鈥Que el SOMU diga qu茅 hace con esos 12.000 millones鈥, exigi贸 con contundencia. En este marco, inst贸 al Congreso a observar con atenci贸n lo que acontece en el sector pesquero, advirtiendo que las empresas se encuentran al borde del colapso. 鈥No hay ayuda, ni di谩logo, ni respuestas鈥, subray贸, evidenciando el aislamiento en que se encuentra la actividad.
鈥No todos pueden resistir: yo puedo aguantar un poco m谩s, pero muchos ya no pueden鈥, confes贸, en un tono tan honesto como alarmante. Denunci贸 que el actual modelo beneficia 煤nicamente a quienes recaudan, marginando sistem谩ticamente a quienes producen. 鈥Estamos financiando estructuras que no devuelven nada鈥, sentenci贸. Y record贸 con crudeza la asimetr铆a que impera en cada salida al mar: 鈥El marinero cobra, el sindicato cobra, el Estado cobra. Y el empresario pone鈥, describi贸, trazando as铆 un retrato n铆tido de un sistema desequilibrado que pone en jaque la sustentabilidad de toda la cadena productiva.
鈥Hoy tengo 3.000 toneladas de langostino sin vender 芦
Sobre la crisis actual, 脕lvarez Castellano explic贸 que los precios del langostino est谩n deprimidos. 鈥El m谩s caro se vende a 6 d贸lares, el m谩s barato a 5. Y no se vende. Tengo 3.000 toneladas en c谩maras. Los recibos de sueldo muestran que un marinero del SOMU en una marea de 20 d铆as gan贸 10 millones de pesos brutos. Yo que culpa tengo de que el Gobierno les retenga una parte鈥.
Tambi茅n explic贸 que puede seguir operando porque tiene 鈥渢odo propio鈥: barcos, plantas, estructura integrada. 鈥Eso me permite empatar. Pero la rentabilidad es m铆nima. Argentina hoy no es un buen negocio para muchas empresas. El langostino entero cada vez tiene menos mercado 鈥.
鈥El SOMU no deja que los marineros ganen m谩s 鈥
Respecto a la renovaci贸n de la flota, anunci贸 que 鈥ya est谩n por entregarse dos nuevos barcos construidos en SPI astilleros de Mar del Plata, y recientemente se bot贸 en Europa el buque Don Juan 脕lvarez, que cost贸 15 millones de euros y se financi贸 con cr茅dito espa帽ol a una tasa del 4% anual con dos a帽os de gracia que le dieron a mis socios en Espa帽a 鈥.
鈥El marinero que suba al nuevo barco va a ganar m谩s del doble que en el Uchi. Pero el SOMU no les permite elegir libremente. Cuando llegue el barco, citar茅 a quien quiera embarcarse bajo mis condiciones. Bajar茅 el premio de producci贸n, pero van a ganar m谩s dinero 鈥, focalizando que el buque construido es m谩s eficiente, de mayor capacidad y presenta mayores comodidades laborales y de descanso con beneficio a su tripulaci贸n.
Sobre el futuro de la empresa, 脕lvarez Castellano no descart贸 su retiro. 鈥Estamos en conversaciones. Hay una empresa que quiere comprar la totalidad. Soy el socio mayoritario y ojal谩 podamos cerrar el acuerdo. Pero quiero que mi gente sepa que no los voy a dejar a la deriva 鈥.
Y cerr贸 diciendo: 鈥Conarpesa fue creada con esfuerzo, imaginaci贸n y trabajo. No me pueden venir a dar lecciones. Si me voy, quiero dejar una empresa con proyecci贸n. Pero no quiero seguir metido en guerras ajenas 鈥.
Fernando 脕lvarez no necesita presentaciones ni discursos ampulosos. Su trayectoria en la pesca argentina 鈥攜 tambi茅n en la escena internacional鈥 habla con la claridad que solo otorgan los hechos y el derecho que le asiste. Empresario de fuste, de los que ya no abundan, ha hecho del trabajo, la convicci贸n y la transparencia sus 煤nicos aliados. Sin concesiones, sin dobleces, sin nada que esconder.
En una industria compleja, exigente y muchas veces ingrata, 脕lvarez se ha mantenido firme. Hombre de principios abnegados, ha sabido avanzar incluso en los momentos m谩s dif铆ciles, guiado por una determinaci贸n que no vacila. Planifica, piensa y ejecuta con precisi贸n quir煤rgica. No improvisa, no especula, no retrocede. Respeta a su gente, defiende la sostenibilidad del recurso y se mueve dentro del marco legal con un rigor ejemplar.
En Fernando 脕lvarez se sintetiza lo que la pesca necesita: visi贸n, car谩cter, integridad. Un empresario que no s贸lo construye barcos y empresas, sino tambi茅n un legado. El suyo es un liderazgo que no busca aplausos, pero que se impone con la autoridad que da la coherencia entre lo que se dice y lo que se hace. No es poco.









