Un nuevo pesquero, diseñado para la zafra de langostino en Rawson, fue botado en el astillero Aloncar SA de Quequén. La embarcación, bautizada Codaste, forma parte de un proyecto impulsado por el Grupo San Isidro, INA Ingeniería y el propio astillero, que busca fortalecer la industria naval artesanal bajo la dirección del Ing.Naval Hugo Obregozo, referente de la ingeniería bajo los estándares tecnológicos y la profundidad del estudio estructural y funcionalidad operativa más destacada.
El BP Codaste demandó más de 5.000 horas de trabajo y es la primera de tres unidades encargadas por el Grupo San Isidro. El barco fue diseñado especialmente para operar en la pesca de langostino en aguas cercanas de Chubut, con una eslora de arqueo de 10,50 metros y características técnicas que mejoran la eficiencia y reducen los costos operativos, alcanzando una casi perfecta relación carga/eslora para la actividad artesanal basada en la calidad del producto final.

Entre sus innovaciones se destacan la proa tipo bulbo, que disminuye la resistencia al avance; la popa con diseño de “cola de pato”, que optimiza la distribución del peso y la propulsión; y un motor Scania DS-13 de 148 kW, que permite operar la nave con un patrón y entre tres y cuatro marineros.
Durante la temporada de zafra, que se extiende entre noviembre y marzo en aguas provinciales, se estima que el barco podrá producir unos 600 cajones diarios de langostino. Este rendimiento refuerza la expectativa del sector sobre el aporte que la nueva embarcación puede brindar a la economía de Rawson y a la cadena de valor pesquera de la firma armadora.

La botadura se realizó este sábado por la mañana con la presencia de la presidenta del Consorcio de Gestión de Puerto Quequén, Jimena López, quien ofició de madrina de la embarcación y directivos del Grupo San Isidro, representados en la figura del presidente, Damián Santos, quien acompañó en la recorrida por la timonera del flamante buque.
En la fría jornada del sábado, a orillas del río Quequén, se vivieron instantes de profunda emoción. El propio Ing. Obregozo ofició como maestro de ceremonias y dio su aprobación para que la madrina cortara la cinta y estrellara la tradicional botella de champagne contra la proa de la flamante unidad naval.
Siempre conmueve presenciar el deslizamiento de la anguilera que marca la botadura de un nuevo buque: un proyecto que comienza como un sueño, se transforma en diseño gracias al talento de ingenieros y diseñadores navales, y finalmente se hace realidad con el esfuerzo, la dedicación y el compromiso del trabajo de mano de obra local. Así, con pasión por el arte de construir barcos, ese anhelo colectivo culmina en el nacimiento de una nueva unidad que inicia su historia al tocar el agua por primera vez.

El presidente del astillero, Hugo Obregozo, destacó el esfuerzo de los trabajadores navales y subrayó que proyectos como este permiten a Quequén y Necochea consolidarse en el mercado pesquero, al tiempo que generan empleo y desarrollo económico regional.
Tras su botadura, el Codaste continuará con las inspecciones correspondientes de PNA para luego iniciar operaciones en Rawson.
Con esta construcción, el astillero Aloncar (ex Vanoli) a orillas del río Quequén, suma una nueva confección entregada, reafirmando su rol en la industria naval artesanal de la región. Desde el sector destacan que estas iniciativas generan empleo, promueven la inversión local y refuerzan el compromiso con una producción pesquera más eficiente y sustentable.