Los marineros han manifestado su preferencia por continuar laborando y no perder días de pesca, a pesar que algunos barcos han estado pescando anchoíta mientras otros permanecían inactivos desde febrero, debido a una corta zafra en aguas bajo jurisdicción provincial que si bien solamente había mermado capturas en un 17% comparado al récord del año precedente 2022-2023, resultó mucho más corta, con el impacto laboral hacia el personal de marinería.
Las negociaciones entre la cámara de la flota amarilla y el sindicato de marineros continuarán con el objetivo de alcanzar un acuerdo antes del próximo lunes. En la actualidad, se paga a los marineros 830 pesos por kilo de langostino, en comparación con los 731 pesos de enero. La diferencia con la demanda del sindicato, es muy poca, ya que solicitan $918 por kilo, no considerándose suficiente para justificar tamaña acción perjudicial para todos los participantes.
La cámara de la flota amarilla de Chubut ha acordado asumir la mayor parte de los costos para operar en aguas nacionales, reconociendo la dificultad de aplicar un ‘convenio a la parte’ en estas circunstancias. Además, algunas tripulaciones están dispuestas a aceptar un bono adicional del 20% y continuar trabajando, con el propósito de evitar conflictos y no repetir experiencias adversas como la de la temporada provincial.
Por su parte, Ayer, Ramón Vera dirigente del SOMU hizo referencia en un medio radial acerca de la situación con CAFACh ante el final de la conciliación obligatoria, adelantando que “en la audiencia del Ministerio de Trabajo, se dio una extensión de cinco días hábiles más. Tomando en cuenta esta extensión y los feriados, esperamos que el proceso se prolongue hasta aproximadamente el 15 de julio”.
Más adelante dejó saber que “actualmente, las negociaciones con la cámara empresarial continúan, pero aún no se ha llegado a una solución definitiva. Aunque han habido varias reuniones, las partes todavía están en proceso de encontrar una resolución que permita seguir trabajando de manera estable para la próxima temporada. Hoy en día, no existe un valor establecido ni actas ni convenios para aguas nacionales. Sin embargo, se está negociando el valor del cajón, con una promesa verbal de $450 libre al bolsillo”.
Solicitado acerca de la anchoíta, manifestó que “se ha firmado un acuerdo con la mayoría de las tripulaciones para un valor de $300 por cajón, libre de todos los gastos que pueda ocasionar el barco”.
Para sentenciar diciendo “si las empresas cumplen con lo prometido, el salario de un marinero en junio, mes en que trabajaron con langostino, podría rondar entre 800 mil y 1 millón de pesos, sin embargo, debido a que los barcos son pequeños y no están equipados para viajes largos a aguas nacionales, los costos son elevados y esto no parece justo”.
Por otro lado, adelanto que “se está considerando la posibilidad de cambiar el convenio actual para pasar al sistema de la flota fresquera. Aunque no es la opción más favorable para todos los barcos, se puede negociar. La clave es la voluntad y el compromiso de la parte empresarial para sentarse y discutir estos cambios”.
Según el propio Vera, uno de los principales problemas es el incumplimiento de un acta firmada en octubre por parte de las empresas. A pesar de seis años de buen diálogo y negociaciones, este incumplimiento representa una falencia significativa. Sin embargo, no todo está perdido, y seguimos dispuestos a trabajar y dialogar para lograr una temporada tranquila y en paz, para terminar rematando “es fundamental mantener una buena predisposición para evitar conflictos, especialmente dado lo difícil que es la situación económica en el país. Nuestro objetivo es encontrar la mejor manera de asegurar que todos puedan seguir trabajando sin interrupciones”.
La CAFACh, según su apreciación, “ ofreció un 20% de los valores de enero para cubrir parte de la deuda existente. Esta oferta no fue rechazada, pero no se especificó adecuadamente. La empresa pretendía pagar el 20% del total de la deuda y firmar un acta a un precio reducido de $830, lo cual no aceptamos. Otros gremios podrían haber firmado, pero nosotros consideramos que no correspondía”.
De esta manera, el titular del SOMU, termino diciendo que “confiamos en que se logrará un buen acuerdo entre ambas partes. Nuestra intención es evitar cualquier paralización de actividades y asegurar que se generen ingresos. Mantenemos nuestra postura basada en el índice inflacionario con una base de $918, y seguiremos negociando siempre y cuando la gente apoye esta causa. La deuda debe ser pagada, y luego continuaremos con las negociaciones”.
El objetivo final es llegar a un acuerdo que beneficie a todos y permita trabajar en un entorno de paz social y estabilidad. Las partes, están comprometidas con el diálogo y la búsqueda de soluciones justas y equitativas para todos los involucrados, aunque desde este medio, podríamos anticipar que llegado el final de la conciliación obligatoria el lunes próximo, las partes podrían quedar en libertad de acción por no haber encontrado un punto de equilibrio.