La Subsecretaría de Recursos Acuáticos y Pesca anunció el cierre inmediato de las Subáreas 12, 14 y 15 en la Zona de Veda Permanente de Juveniles de Merluza (ZVPJM), luego de constatar que la relación merluza/langostino (M/L) superó el 20% establecido por la Resolución CFP Nro. 7/2018, y sus modificaciones.
La medida, vigente desde las 00:00 horas del 17 de septiembre de 2025, tiene como objetivo disminuir la captura incidental de merluza hubbsi y preservar la sostenibilidad del ecosistema marino, evitando un impacto irreversible sobre la especie.
Con este cierre, solo permanecen habilitadas para la pesca comercial de langostino (Pleoticus muelleri) las Subáreas 4, 7, 8 y 11. Sin embargo, la autoridad pesquera no descarta nuevas clausuras antes de finalizar septiembre, en caso de que se mantenga el ingreso sostenido de merluza juvenil.
Nuevas prospecciones: Subáreas 5 y 10
La Dirección Nacional de Coordinación y Fiscalización Pesquera autorizó dos nuevas prospecciones en la ZVPJM. La Subárea 5; comenzará mañana, viernes 19 de septiembre, a las 00:00 horas, para explorar e identificar concentraciones de langostino a través de marcas ecoicas; con inicio de operaciones de pesca a partir de las 07:00 horas. Mientras que la Subárea 10, dará inicio el lunes 22 de septiembre bajo el mismo esquema operativo.
Estas acciones se basan en recomendaciones técnicas del Instituto Nacional de Investigación y Desarrollo Pesquero (INIDEP), con el propósito de evaluar la viabilidad biológica y operativa de la pesca comercial de langostino. Se monitorearán rendimientos, tallas y niveles de acompañamiento de merluza, siguiendo protocolos de control y conservación.
Contexto y antecedentes
En junio, la Subárea 5 ya había sido habilitada para una operación similar, pero la prospección se suspendió por condiciones climáticas adversas y conflictos gremiales que llevaron a desistir en la operación por falta de buques inscriptos. Esta nueva instancia busca completar esa evaluación pendiente.
Gestión dinámica y sostenibilidad
Esta estrategia refleja un modelo de administración flexible, adaptado a las condiciones ecológicas y productivas. La ZVPJM es fundamental tanto para la conservación de la merluza hubbsi como para el desarrollo sostenible de la pesquería de langostino, uno de los principales productos de exportación de la Argentina.
La decisión reafirma que la sostenibilidad pesquera depende de la regulación activa y de un seguimiento constante de las poblaciones marinas, priorizando el equilibrio ecológico por encima de intereses inmediatos y particulares.