Registro de Rederos. Ya se conoce quien es el primer inscripto: todo un símbolo en el sector por trayectoria y respeto ganado. Por el momento el sistema se encuentra en “modo prueba”.
Buscando mitigar el impacto que generan los materiales sintéticos introducidos a la biodiversidad marina por la actividad pesquera, la Subsecretaría de Pesca y Acuicultura de la Nación, a través de la Dirección Nacional de Coordinación y Fiscalización Pesquera, colocó en “modo prueba” el registro de Rederos para que puedan volcar la información de los códigos e identificación de los equipos de pesca y así realizar un seguimiento de los mismos.
El primer inscripto fue el Luis Dante Giorgetti, uno de los que mayor prensa tuvo en el oficio de redero, ya que los precursores datan de los años ’40 al ’70, quien colaboró activamente en el desarrollo de los talleres de capacitación, proyectos de disposición final y discusiones sobre la implementación de nuevos modelos de dispositivos de selectividad.
En la actualidad hay cuatro personas inscriptas y dos buques pesqueros (uno en Puerto Madryn y otro en Mar del Plata) con los que se está evaluando las marcaciones en las artes de pesca.
Este año, a través de una Disposición de la mencionada Dirección Nacional, había quedado establecido que todo buque arrastrero debe identificar los aparejos de pesca para ser despachado en jurisdicción nacional.
Esto posibilita contar con datos fehacientes sobre la procedencia de estos elementos, dado que son informados por los rederos, quienes de esa manera posibilitan habilitar los códigos de identificación de los equipos de pesca activos y registrar las bajas ante el sistema, entre otras funciones.
En este momento, varios armadores están iniciado el marcado de las artes de pesca con arreglo a la mencionada Disposición, tal el caso del BP Franca, que opera con fresco y sus capturas son mayoritariamente de variado costero, y el BP Virgen María, dedicado al fresco, puntualmente sobre merluza hubbsi.
A propósito de la Disposición 4/2023 (referida a este tema), en su artículo 8, establece que los rederos deben inscribirse ante la Autoridad de Aplicación para acceder al módulo en el SIFIPA.
Por ello, la Dirección Nacional de Coordinación y Fiscalización Pesquera gestionó la creación del TAD (Trámites a Distancia), de manera específica bajo el título “Inscripción para operar como redero en SIFIPA” (https://tramitesadistancia.gob.ar/tramitesadistancia/detalle-tipo?id=5898) a través del cual, los sujetos alcanzados deberán brindar la información solicitada por la Dirección Nacional para su alta como operador en SiFIPA bajo la categoría ‘Redero», y así operar en el Módulo de Acceso “Aparejos de Pesca”, con mecanismo de inscripción ágil, sistematizado y federal.
Vale destacar que con el objeto de visibilizar y ponderar el rol de los trabajadores que emplean el oficio de rederos, la Dirección Nacional de Coordinación y Fiscalización Pesquera, está trabajando en un proyecto de Disposición, el cual se encuentra en instancias de Dictamen Jurídico, el cual reglamenta la inscripción de tales sujetos ante la Autoridad de Aplicación.
Sobre el tema habló el Director Nacional del área, Dr. Julián Suárez, quien manifestó: “La contribución de estos profesionales fue, es y será medular para el desarrollo de la actividad pesquera. Es por eso que a partir de la Disposición, que estará próxima a salir, queremos impulsar su visibilidad mediante su registración ante la Autoridad de Aplicación del Régimen Federal de Pesca.
Conocí al Maestro Redero, Sr. Luis Dante Giorgetti, en Diciembre de 2020 en Puerto Madryn quien gentilmente me invitó a visitar su taller junto a Autoridades de la UTN de Chubut. Poder ser partícipe de este hecho histórico y que justamente él sea el primer inscripto es un orgullo y un ejemplo de perseverancia y vocación por el oficio.
Desde 2022 convocamos a mesas trabajo en Chubut y Provincia de Buenos Aires con distintos actores del sector para poder generar un diálogo democrático que permita efectuar propuestas y receptar las consideraciones e inquietudes todos los participantes. De esta manera, pudimos elaborar un sistema de marcado de aparejos de pesca, adaptado a la situación particular que presenta cada aparejo utilizado por la flota nacional, los materiales que los componen, su vida útil, y la dinámica de fabricación de las artes con sus correspondientes actores, como son los fabricantes, proveedores, rederos, armadores, capitanes, y recicladores, entre otros. Avanzar sobre la trazabilidad de las artes de pesca resulta imperioso para la administración pesquera nacional y para ello, debíamos reconocer la voz y el voto de las y los rederos”.
En el año 2021 ya se había comenzado con regulaciones en las herramientas de pesca que se usan en la captura de Centolla, ya que en algunas ocasiones las nasas y trampas de pesca que se usan para la captura de esa especie son abandonadas, descartadas o perdidas en el mar por diversos motivos. Eso motivó que se estableciera la obligatoriedad de que cada buque con autorización de captura de la especie deba identificar las artes de pesca.
La Disposición busca que sea un mecanismo obligatorio, siendo la primera experiencia exitosa sobre la regulación del marcado de artes de pesca.
Vale recordar además que la una Disposición del año pasado (la 28/2022), puso en vigencia la obligatoriedad de que los buques pesqueros cuenten con la presencia de grampines y bicheros a bordo que sirven para facilitar la recuperación de las artes de pesca y los cajones que caen al mar (al menos aquellos que quedan flotando), permitiendo mitigar de algún modo el impacto de materiales sintéticos introducidos a la biodiversidad marina por la actividad pesquera.
Otro dato no menor es que la misma Disposición ya había establecido la obligatoriedad de declarar la cantidad de cajones plásticos existentes a bordo al inicio del viaje de pesca, y la cantidad de cajones plásticos existentes al finalizar el mismo.
Si bien todas estas medidas responden a mitigar y controlar los efectos de desperdicios plásticos y de sus derivados de artes de pesca y cajones en el mar; la actividad pesquera sigue bajo la lupa del control del Estado omnipotente, donde nadie descarta a futuro la penalidad que se pueda aplicar otras venideras autoridades, ante la pérdida de algún implemento, paño o aparejo, como consecuencia de prácticas operativas no deseadas y fondos cortantes de piedra y lajas, que abundan en el mar argentino.