El mercado de la merluza fresca en Mar del Plata atraviesa un reacomodamiento que ya impacta en los valores de primera venta. El kilo de materia prima en boca de bodega pasó en pocos días de los $650 a los $800 para exportación, y en torno a los $1100 para abastecimiento interno, este último con mercado más chico y casi sin demanda. La suba no es casual: responde a una combinación de factores biológicos, operativos y comerciales que están reordenando la oferta disponible.
En principio, la abundancia de langostino en aguas nacionales, desde el paralelo 40°S hasta el 45°S, ha derivado en una marcada absorción del recurso por parte de la flota. Con descargas distribuidas entre varios puertos, la industria encuentra un sostén operativo en Madryn y su consolidado parque industrial, pero también en Puerto Deseado, Caleta Paula, Camarones, Comodoro Rivadavia y, más recientemente, Rawson con parte de su flota amarilla. Incluso en Mar del Plata, gracias a la proximidad de la zona norte, la disponibilidad de crustáceo ha ganado protagonismo en los muelles locales.
En paralelo, unos cinco o seis buques fresqueros que hasta hace poco operaban sobre merluza desviaron su esfuerzo hacia la caballa, al sur de Monte Hermoso, en las inmediaciones de El Rincón. Esa diversificación alivia la presión sobre la merluza, aunque reduce de manera sensible la oferta disponible en la plaza. Cabe recordar que el precio de la merluza en muelle había alcanzado y lo sigue en niveles irrisorios: apenas lo equivalente a un cuarto de alfajor o a dos chupetines, un despropósito para un producto que exige inversión, mano de obra y un complejo esquema logístico para llegar a los mercados. Además de reparaciones y amortización de las unidades navales empleadas.
La menor oferta coincidió además con un sinceramiento del mercado. La salida de compradores circunstanciales y poco fiables y la permanencia de operadores más sólidos, con capacidad de pago efectivo y garantías de cobro de cheques, permitieron estabilizar las transacciones. Hoy la referencia se ubica en torno a los $800/$1100, en un contexto donde varios buques permanecen inactivos o en reparaciones.
La actividad en los muelles refleja esta dinámica. “Varios fresqueros arriba de 4000 cajas descargaban merluza en simultáneo sobre el espigón 3 y el muelle 10 en menor volumen, sumando a los fresqueros de mayor porte como el Ur Ertza, Andrés Jorge, San Andrés Apóstol, San Jorge Mártir, Mellino VI, Virgen María, Anita, y otros. Entre todos, si bien son varios miles de cajones que absorbe la industria y compradores ocasionales en los muelles; varios armadores de los tradicionales merluceros coinciden que hay algo menos de descargas y eso impacta en el mercado. Es algo puntual, la merluza históricamente valió en boca de bodega entre 90 y 1 dólar, estuvimos vendiendo meses a 50 y 55 centavos. En algún momento justifica el problema financiero de las empresas armadores, no hay resto para un dique ni reparaciones, es preocupante “, selló la palabra de un armador de los que está al pie de la descarga junto a su hijo, justificando la inactividad de algunos grandes merluceros como el Sirius II, Ponte Coruxo, Santa Barbara, Margot, Mellino I, El Marisco II, – y recientemente por problemas en el propulsor principal-, en reparaciones, el BP Marbella.
La estadística oficial confirma la tónica, ya que hasta los primeros días de agosto, las descargas de merluza al sur del 41°S acumulan una caída del 13% interanual, mientras que en el sector norte crecen mas del 28%, aunque con volúmenes aún marginales, en búsqueda de ese incidental de calamar que mejora la calidad de la bodega.
En este escenario, la combinación de menor disponibilidad, diversificación de la flota y un mercado más concentrado explica la recuperación del valor de la merluza. Para la industria procesadora, representa un nuevo equilibrio; para los armadores, un alivio frente a precios históricamente deprimidos; y para la cadena comercial, una señal de que, en un mercado más chico y selectivo, la calidad y la certeza de pago se transforman en factores determinantes.