La tarea comenzó operativamente el día viernes a las 9.30 de la mañana y tras casi dos horas de movimiento, la embarcación –que ya se encontraba parcialmente desguazada- fue depositada en el lugar destinado para completar su desarme, en el varadero de la BNMDP.
El remolcador “Ona Milagro”, capitaneado por Germán Azzolini, con cinco tripulantes en total (un maquinista, dos marineros, un auxiliar de máquinas y el propio capitán), acoderaron la embarcación en la mencionada sección del muelle 2 del puerto marplatense, donde con suma precisión, los amarradores más el personal de la empresa Solimeno y trabajadores perteneciente al Consorcio Portuario Regional Mar del Plata lograron realizar las maniobras correspondientes.
Las tareas fueron supervisadas también a través de las cámaras de seguridad que se encuentran instaladas en los muelles, brindando también un apoyo visual desde otro sector a las tareas, que a su vez fueron visualizadas por la Prefectura Naval Mar del Plata, quien desde hace días ya había aprobado los movimientos a realizarse.
La embarcación, de 43,30 metros de eslora y 9,50 de manga, ya se encontraba con sus tanques limpios de todo tipo de hidrocarburos, lo que posibilitó que se alivianara para realizar las tareas que se llevaron a cabo los últimos días.
El “Magritte” fue construido por Astilleros Luzuriaga en Pasajes, España, en el año 1973 y botado para la empresa Battez et cie, ubicada en la ciudad de Boulogne Sur Mer en Francia, donde se lo alistó en 1974.
El buque pesquero, además de haber cumplido con su objetivo de tareas de pesca durante muchos años, también es recordado por haber participado en el rescate con vida de los tripulantes del Rompehielos Q-5 ARA Almirante Irizar, en ocasión de del incendio que se produjo el 10 de abril de 2007, cuando el buque de la Armada Argentina se encontraba navegando a unas 140 millas de Puerto Madryn.
De acuerdo a fuentes cercanas a PESCARE se pudo saber que el ingreso al varadero de la Base Naval no fue tarea sencilla, aunque no revistió peligro para ninguno de los tripulantes del remolcador como así tampoco para quienes realizaban maniobras en tierra, pero la escases de espacio y el trabajar en un lugar que no es habitual, hizo que se tuvieran que extremar las medidas de seguridad y agudizar los movimientos para que se consiga un resultado exitoso como fue el del movimiento de la embarcación.
De este modo en días más comenzarán tareas en el propio varadero de la Base Naval Mar del Plata, algo que venía demorándose por cuestiones burocráticas desde hace algún tiempo y que sin dudas será de utilidad para ir removiendo barcos que están inactivos en la terminal portuaria marplatense y que al desplazarlos de ese sitio, posibilitarán que haya más lugares de amarre en un puerto que cada vez lo demanda más.