Existen dos proyectos en el Congreso de la Nación para poder darle forma y enrolarse con los estándares mundiales, aunque aún no se han convertido en ley.
Ver Trazabilidad, una necesidad mundial.
Los sistemas de trazabilidad de la pesca ayudan a garantizar una alimentación segura, al mismo tiempo que la veracidad y confiabilidad de la información brindada aseguran el aprovechamiento de los recursos pesqueros en condiciones económicas, sociales y ambientales sostenibles. Además, son una herramienta clave para combatir pesquerías no reguladas.
Desde hace algunas décadas, en gran parte del mundo, el consumo de pescado pero cápita se duplicó en comparación con el crecimiento demográfico, mientras que la tendencia continúa impulsada por una mayor demanda de proteína animal de alta calidad nutricional, sobre todo en aquellos países en desarrollo.
En la Argentina el consumo aumentó, pero no de la forma tal vez esperada. Aun hoy el consumo interno, más allá de haber aumentado, continúa en proceso de crecimiento, lo que no es poco.
Existe un alto potencial de la pesca de captura, al igual que ocurre con la acuicultura, para que se pueda incrementar su aporte de acuerdo a las necesidades nutricionales de gran parte de la población, para lo cual se debería mejorar algunas prácticas pesqueras, evitar la sobreexplotación, el descarte y algunas capturas incidentales, pero sobre todo concientizar sobre la importancia de la conservación y el mejor aprovechamiento del recurso. » En ese sentido, todos estamos de acuerdo » expresaron el jueves, coincidiendo en una mesa, varios parroquianos.
Es relevante que el aumento de los controles colaboran a un mejor aprovechamiento, que la captura incidental es inevitable y la sobreexplotación está supervisada, por ende las cosas van cambien, lo que marca un crecimiento.
Uno de los problemas más notorios es la pesca ilegal no declarada y no reglamentada –INDNR- en el Océano Atlántico, sobre todo en el sector Sudoccidental, ocasionando pérdidas millonarias y generando un daño ambiental irreparable. ¿No hay controles? Sí, los hay y en cuantía, pero no alcanzan, el despropósito de la pesca ilegal es tan grande como el propio mar, haciendo que los mejores esfuerzos por contralarla no sean suficientes; y en la costa, mucho mas.
Una de las actividades económicas más importantes de nuestro país es la pesca, representa aproximadamente el 0,7 % del Producto Bruto Interno, generando miles de puestos de trabajo directos e indirectos, con exportaciones muy relevantes.
La implementación del manejo de las pesquerías basado en el ecosistema reduce las amenazas de la INDNR y es una de las herramientas más eficaces para verificar la sostenibilidad de las pesquerías, es el monitoreo de la cadena productiva a través de la trazabilidad, pero, solo alcanza a quienes están dentro del marco legal.
Estos sistemas están tomando cada vez más relevancia a nivel global, impulsados por el compromiso de muchas empresas, pero principalmente por la demanda de los consumidores y las regulaciones que algunos países ya están implementando para evitar que productos provenientes de prácticas ilegales, ambientalmente no sostenibles, que involucren precariedad laboral, y/o generen competencia desigual, ingresen a sus mercado
Del mismo modo, los sistemas de trazabilidad permiten generar un valor agregado a la industria que brinda información desde la instancia de la captura hasta la mesa del consumidor, garantizando un mejor posicionamiento en los mercados.
Que la pesca nacional cuente con altos estándares de trazabilidad será un factor determinante para competir en los mercados internacionales contra la pesca furtiva.
Un sistema nacional de trazabilidad puede servir para identificar a aquellas especies del Atlántico Sudoccidental que son capturadas por pesquerías reguladas y ayudará a los importadores, minoristas y consumidores a identificarlas entre aquellas capturadas por las flotas que no puedan demostrar su ajuste a las condiciones ambientales y sanitarias exigibles.
De este modo se contribuirá a la preservación del ambiente marino de nuestro país y de las áreas marítimas adyacentes, como así también a la producción y consumo sostenibles.
Como hemos mencionado, en la Cámara de Diputados de la Nación fueron presentados dos proyectos de ley (Expedientes 2160-D-2020 y 1797-D-2021) que impulsan la creación de un Sistema de Trazabilidad de la Pesca a Nivel Nacional.
Son varias las organizaciones que apoyan el debate parlamentario, enriquecido por un diálogo sostenido con los diversos sectores interesados en la temática, y la sanción de una Ley Nacional de Trazabilidad de los productos de la pesca y de la acuicultura.
Ahora bien, se abre el “debate sobre el debate” y nada menos que en el Congreso de la Nación, lugar, donde apenas se conoce lo que es un pescado de un marisco, no exento de preguntas y de dudas. ¿Quiénes van a debatir realmente están en condiciones de hacerlo? ¿Sabrán de la cadena productiva y cada uno de los pasos que se deben seguir al pescar y de ahí en más continuar con el entramado productivo? ¿Se están preparando para un debate serio y responsable que no sea atravesado por los intereses particulares?, y por sobre todo, las miles de toneladas que se pescan por flotas artesanales sin ningún tipo de control y que son exportadas a países del oeste africano (como la corvina por ejemplo) ¿Qué trazabilidad existe, como se la ‘blanquea”, donde se procesa y quienes la exportan? Amen del tema impositivo y laboral, para no entrar en detalles «menores».
Da la impresión que los controles son siempre para los mismos, los que están dentro de la Ley, los que cumplen con todas las reglamentaciones, desde la seguridad en sus propios buques pesqueros hasta temas sujetos a derecho; ¿y los que no?. La merluza que se corta en el circuito informal y que las autoridades del municipio seguramente conocen los lugares de procesamiento, ¿Cómo se exporta, que trazabilidad tendrá?
Si se va a tomar el tema de forma responsable, como la Nación lo necesita, será un debate largo, con decenas de participantes. Deberá contener más preguntas que respuestas de parte de los legisladores, quienes, más allá de sus asesores, debiesen ser IDÓNEOS ante todo. Deberían consultar y empezar por saber la cantidad de provincias que tienen litoral marítimo, que es lo que significa una marea, o el mismo bycatch, artes de pesca y una cantidad de términos que por no preguntar, algunos podrían dejar pasar por alto, como cosa menor. Amen, de la pesquería de determinadas especies que muchas veces se pesca en zonas y épocas de desove, por el caso del langostino.
Ademas, ¿Qué se esconde detrás de la trazabilidad y las Areas Marinas Protegidas a nivel mundial? ¿Hay nexo entre estas actividades o mundos paralelos de ONG que las financian? ¿Cuál es el verdadero interés?.
De tan complicado que pretenden mostrarlos algunos interesados –vaya uno a saber en qué y por qué- el camino es metódico pero efectivo. La pesca argentina de altura ya tiene trazabilidad, solo hay que incluir a quienes no.
- Las embarcaciones reportan la información de la captura:
- Especie
- Nombre comercial
- Peso
- Características biológicas
- Captura incidental
- Artes de pesca
- Fecha y lugar de captura
- De acuerdo a lo establecido por las autoridades sanitarias y de calidad alimentaria y las regulaciones vigentes los compradores deben retener cierta información, como :
- Código de lote
- Vendedor
- Nombre del producto tal cual fue vendido
- Fecha de venta
- En la instancia del procesamiento se debe recolectar información básica como :
- Especie
- Nombre comercial
- Procesos realizados
- Vendedor
- Fecha de la venta
- En referencia al transporte de la mercadería se cumplirán de acuerdo a las legislaciones locales vigentes, y el país de destino en el caso de las exportaciones, además de respetar los acuerdos internacionales que se apliquen a la especie.
- En el punto de venta se debe incluir en el paquete o envoltorio el nombre comercial y el científico y la procedencia tales como el lugar de captura y el país de origen.
Con todos estos pasos, llegará al consumidor con toda la información que hoy demanda el mercado. ¿Difícil? ¿Imposible? En absoluto.
Ante todo hay que hacer prevalecer la responsabilidad para ingresar seriamente a mercados que aun hoy no le permiten a nuestro país llegar como se debería con sus productos del mar, que de más está decirlo, poseen una excelente calidad y que revisten una fuerte barrera arancelaria para su ingreso ante la omisión de Cancillería en el tratamiento o la misma SENASA, a la hora de defender ridículos protocolos de países como China, que a través de su propio GACC y un incumplible protocolo “multiple choice” como si en Argentina brotaría el COVID-19, haciendo evitar el libre comercio entre los países.