Al respecto PESCARE dialogó con la Subsecretaria de Pesca de Santa Cruz María Lucrecia Bravo, quien brindó detalles al respecto.
“Se trata de una empresa radicada en San Julián –Food Partner- que está trabajando hace ya varios años y muy bien. Siempre están proponiendo cosas nuevas. Cómo agregar más valor a sus capturas, cómo estirar las campañas, cómo poner los barcos a disposición para hacer las prospecciones con fresqueros. El año pasado tuvimos una experiencia con un fresquero, haciendo una campaña de investigación después de terminada la zafra, la pesquería al sur, que es la que están terminando ahora a mitad de enero. Ayer hablé con Carlos Marina para ver si proponemos lo mismo hablando con el Instituto y si sirve ponen a disposición los barcos fresqueros también para prospección”.
“Este año sumamos a los barcos fresqueros a la prospección que también hicimos en el área sur. Tenemos muy buena sinergia para el trabajo”.
Una muy buena noticia entonces este tipo de exportación también.
Hermosa noticia diría yo. Es que estaban exportando el primer contenedor con centolla procesada 100% en San Julián para retail en Estados Unidos, con su cajita, estuche que va para la góndola directo. La realidad es que primero como argentina y después como santacruceña, a mí me llena de orgullo ver ese trabajo.
Me llena de orgullo y de realización ver cómo vecinos y vecinas de la provincia agregaron valor a esas capturas y que eso va a estar instalado en algún supermercado, en alguna ciudad norteamericana, me parece que esto es buenísimo. Me parece además la visión que tiene la empresa y en general que tienen las pesqueras y que venimos trabajando fuertemente en ese camino, pero que ahora se concreta con esta experiencia de Food Partner y la centolla, en pensar en el retail y directo en la góndola.
Un desafío más entonces.
Siempre tenemos el desafío de ir corriendo la vara, dejándola alta, pensando cosas nuevas que además nos obligan como a repensar nuevos desafíos. Ahora fue esta empresa que es la que lo venía trabajando, y que además tiene la infraestructura ya instalada para eso.
“Bentónicos” también está trabajando fuerte en Puerto Deseado con varios proyectos. Tenemos una reunión pactada en Buenos Aires para el 25 de enero cuando retomemos las sesiones del Consejo. Ellos quieren compartir también un par de proyectos que tienen vinculados a la planta. Cuando estuve en Deseado, hace aproximadamente un mes, estuve con el gerente que está en la planta, y me mostraba las etiquetas que tienen y también cuáles son los planes que tienen para trabajar, en principio con centolla que es a lo que se dedican ellos, pero también como han instalado en la planta y cómo fueron pensando para diversificar las actividades o las pesquerías y que eso les permita una sostenibilidad todo el año.
Esto sería pensando en un producto que vaya directo a la góndola, ese es como el desafío mayor.
¿Qué tan cerca están de conseguirlo?
Nos queda mucho todavía por hacer en ese mismo camino. El no pensar en el “bloque” como en el caso de langostino, y que sea la “bolsita” de un par de libras, nos cambia mucho la perspectiva y me emociona también pensar que cualquier ciudadano del mundo va a ir a una heladera, agarrar un paquete y ese paquete va a decir San Julián, en el caso de la centolla, va a decir, provincia de Santa Cruz, Argentina.
La repercusión fue muy buena con respecto a la centolla
Sí, generó muy buenas repercusiones, eso tiene que ver con visibilizar –así entiendo yo las buenas noticias- que también tienen el sector y como en esta sinergia que generamos, permitimos que pasen estas cosas, en un Estado –así lo entiendo yo- que está para acompañar, entre tantas otras cosas y desde el acompañamiento que nos dimos y que le ofrecimos a las empresas, logramos que sucedan estas cosas.
Ahora es con la centolla, pasa lo mismo con la merluza, con el langostino, con el reproceso del calamar. Agregar valor es un gran desafío, pero no por el valor en sí, sino por la generación de empleo, y por cómo logramos construir una identidad productiva desde nuestras carteras, con la pesca en general de cara al mundo.
Con el inminente comienzo de la temporada de calamar, surgió una medida de fuerza de parte de los estibadores, donde están realizando un reclamo salarial.
Particularmente yo y la gente con la que “laburo” tenemos claro que la pesca en general es una actividad compleja, que tiene muchas particularidades, y que por ahí en Santa Cruz tiene otro tinte, porque siempre estuvo como muy encapsulada, muy de “nicho”, entonces cuando ganan territorialidad es a través del conflicto, y quedan por invisibilizadas todas las cosas buenas que tiene.
Más allá del “folklore” propio que hay en torno a la conflictividad de la actividad y del trabajador portuario y la inestabilidad que tienen, son condiciones propias y condimentos de la industria. La realidad es que ahora, si bien estamos todos involucrados, pesca y puertos a disposición y yo estoy en constante contacto con las empresas armadoras, y con las empresas de estiba, para proyectar trabajos, está nuestra diputado nacional Gustavo González también de Puerto Deseado, está trabajando sobre el tema, es una discusión de paritarias, es una discusión salarial que está lamentablemente en las antípodas de la discusión, hay pocos puntos de encuentro.
En el caso de Puerto Deseado, con el SUEPP (Sindicato Unido de Estibadores Portuarios Patagónicos) -con las otras empresas ya acordaron salarialmente. Esto es un poco los extremos, la discusión que se torna insostenible, porque hasta la extorsión y la discusión porque sí, es una discusión medio vacía, estamos viendo cómo se resuelve. A disposición y acompañando. A mí me preocupa porque estamos a una semana de que arranque la zafra de calamar, porque había varios barcos preparando arranche y lamentablemente tuvieron que elegir irse de Puerto Deseado porque no pudieron trabajar.
Hablé al respecto con Víctor (Barrios del Prete) jede de la UNEPOSC (Unidad Ejecutora Portuaria de Santa Cruz), que me estaba mandando los datos de los barcos que estaban en el muelle, y que estaban yéndose a trabajar otro puerto. A mí me preocupa, me angustia, me hace repensar muchas cosas pero bueno, nosotros tenemos una fuerte convicción de trabajo, entendemos que los trabajadores van a pelear por sus derechos, entendemos además que las empresas van a pelear por lo que entienden que les corresponde, y en ese entendimiento tiene que existir un punto de encuentro, que con más o menos tirones siempre se acuerda, y este año estamos bastante más empantanados.
Hay una posición bastante más intransigente por parte de los actores y muy alejados en sus propuestas y en sus reclamos. Eso también nos dificulta el acercamiento. Estamos expectantes, acompañando a todos, a los trabajadores y a las empresas, que alimentan a un montón de familias, no solamente a los 220 trabajadores portuarios, entre guincheros, apuntadores y estibadores, sino toda la gente que se moviliza en torno a la temporada de calamar y todas las otras actividades que dependen un poco del movimiento del puerto.
La economía de Puerto Deseado casi te diré. Así que viendo que sucede, buscando alternativas, acompañando, dándoles herramientas a los ministros para sostener esa discusión y a disposición.
No es el único conflicto que está latente, también los guincheros están realizando reclamos, incluso han tenido la intención de realizar una toma de la Secretaría de Trabajo, argumentando que hay un incumplimiento de parte del gobierno provincial, con respecto al “fondo anticrisis” en Caleta Paula.
Los guincheros tienen otra realidad de trabajo. Seguimos profundizando y avanzando. Ese es un puerto que trabaja principalmente el fresco en un 90%, y te diré el 90% sobre merluza, es un puerto con otras dinámicas.
Nosotros en Santa Cruz reglamentamos en el 2017 una ley donde, cuando hay una merma sostenible de trabajo en los puertos, se distribuye hasta el 15% de lo que recauda la Secretaría de Pesca en las provincias, eso es un montón de plata.
Y hay como un entendimiento de que eso es obligatorio. Nosotros declaramos la emergencia en el sector, hicimos el reconocimiento, pedimos la documentación que tienen que presentar los gremios, con mucho trabajo, corriendo, siempre corriendo.
De hecho además, está establecido en la norma en general, que la fecha de pago es después de febrero. Hasta febrero hay tiempo para reconocer la crisis del año anterior y se pagaría en marzo, y por tercer año consecutivo entendimos que era importante garantizarlo antes de fin de año, porque había sido un año particular sobre todo postpandemia.
Trabajamos mucho, mucho, siempre a contrarreloj y sucedió que entre los feriados, asuetos, falta de documentación por parte de algunos gremios, cuestiones internas que hacen a la administración de los recursos de una provincia. El cambio de la Ley de Administración Financiera en la provincia, el cambio del sistema de gestión. El compromiso que teníamos, que asumimos para cancelarlo antes de fin de año, se demoró y empezaron a cobrarlo este último miércoles 4 de enero.
Cómo gana la agenda una discusión, que en realidad es 100% política, y no tiene que ver con el trabajo que hace el Estado provincial por esos trabajadores, es 100% política.
Y digo que es política porque es fácil pegarle al Estado, “porque nos tienen que dar esto, porque se comprometieron”… y si nos comprometimos hicimos todo lo teníamos que hacer. Muchas veces no alcanza solamente con las buenas voluntades, los tiempos del Estado son distintos a los de otros sectores y ni hablar a los de los trabajadores o a la cosa como reducida y local, acá intervinimos tres ministerios para hacer esa liquidación y recibían ese beneficio más de 300 trabajadores de diferentes puertos, con diferentes realidades, es complejo.
El acto digo de intentar esa toma del Ministerio de Trabajo de la Provincia, en la delegación que tiene en Caleta Paula, una vez más, un acto complejo, sigue polarizando una discusión que yo entiendo que no hace falta, y que no va por ahí, con el diálogo podemos construir algo mucho mejor y más saludable para toda la población. Cuando digo que es político, es porque estoy convencida que es así.
No vas a recibir nunca un reclamo de un trabajador de una planta pesquera porque no tuvo pescado para cortar. Afortunadamente no vas a recibirlo, porque hemos hecho todo lo que podíamos hacer para que todos los involucrados con la actividad tengan trabajo.
Sucedió esto ahora, que nos demoramos con algo que incluso adelantamos. Nos merecemos ser un poquito más tolerantes entre nosotros me parece a mí.