En la sede de la Facultad de Ingeniería de la UBA, ante un auditorio completo, los oradores repasaron los inicios de la Industria Naval en nuestro país, mostraron sus logros, agradecieron el acompañamiento e hicieron un fuerte llamado: que el buque que se construirá para el Instituto Nacional de Investigación y Desarrollo Pesquero, se construya en la Argentina, más allá de que el astillero que lo erigirá saldrá de una licitación de carácter internacional.
El acto fue encabezado por el decano de Ingeniería de la UBA Ing. Alejandro Martínez, el presidente de la Federación de la Industria Naval Argentina Marcos De Monte, la presidenta de la Asociación Bonaerense de la Industria Naval Sandra Cipolla, la subsecretaria de Industria, PyMEs y Cooperativas de la Provincia de Buenos Aires Mariela Bembi y el director nacional de Compre Argentino y Desarrollo de Proveedores Julián Hecker.
De Monte y Cipolla hicieron además de un raconto de todo lo positivo que hoy tiene la industria naval, un encendido llamado a las autoridades presentes, haciéndolo extensivo a las Fuerzas (estaban presente miembros de la Prefectura Naval Argentina y de la Armada), “quienes pueden corroborar la calidad de los trabajos de los astilleros argentinos«, según se dijo desde el estrado.
Ya en el mes de marzo, a través de una nota enviada tanto al Ministro de Economía Sergio Massa, como al secretario de Industria y Desarrollo Productivo José Ignacio de Mendiguren, desde el Consejo Económico y Social de la Industria Naval (como lo hicieron también en el mes de febrero) donde, entre otros pareceres le hicieron saber a las autoridades:
“…este Consejo valora las gestiones realizadas por el gobierno nacional que concluyeron en la aprobación de un crédito del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), por un monto de hasta ciento veinticinco millones de dólares (USD 125.000.000), destinado a financiar parcialmente el “Programa de Fortalecimiento de los Servicios de Sanidad Agropecuaria y del Manejo Sustentable de los Recursos Marítimos de Argentina (PROSAMA)”, según consta en el Decreto N° 140/2023 publicado el 13 de marzo de 2023 en el Boletín Oficial. Sin dudas, este hecho pone de manifiesto un gesto de respaldo y confianza de la entidad crediticia hacia nuestro país, que cobra mayor relevancia por el contexto de dificultad macroeconómica que estamos atravesando.
En este sentido, como entidades representantes de la industria naval argentina, pública y privada, no podemos dejar de resaltar que en nuestro país existen astilleros públicos y privados con capacidad y experiencia suficiente tanto para construir como para desarrollar la ingeniería de un buque de este tipo.
No obstante, y teniendo en cuenta antecedentes recientes e información publicada en diferentes medios de comunicación acerca de la realización de una licitación internacional para el desarrollo de la mencionada obra, sobre la base del artículo 15 de la ley 27.418 el buque debe ser de construcción local. Consideramos que debe preverse en la misma distintas herramientas que potencien la participación de la industria nacional. No hacerlo sería una oportunidad desperdiciada para que el financiamiento internacional traccione y motorice el desarrollo de la industria naval argentina y la generación de empleo. Asimismo resultaría doblemente perjudicial que en un contexto macroeconómico como el actual, de restricción de dólares, el estado argentino adjudique una obra de esta envergadura para ser realizada en el extranjero”.
En este mismo sentido se desarrollaron los discursos en el acto, del que participó PESCARE, recogiendo testimonios y opiniones que no ocultaban preocupación que le genera a la Industria Naval Argentina, la posibilidad de que el barco tal vez más importante en la historia de la investigación científica de nuestro país, sea construído fuera de estas tierras.
En un estricto off the récord, uno de los principales actores del sector naval, previo al acto y abordando el tema que se suponía se iba a exponer, le expresó a este medio: “hay algo claro, si lo piensa hacer el mismo astillero que hizo los dos anteriores para el INIDEP, ya me huele mal. Esos dos barcos son un desastre. Si no fijate los problemas que tuvieron, que tienen y que tendrán. En la Argentina se puede hacer perfectamente, me atrevo a decirte que hasta en Mar del Plata podría construirse. Si la licitación la gana una empresa de afuera, de España para ser concreto, van a tener que investigar a varios funcionarios. Yo espero que se haga acá “. Sabiendo y dejando entender que el «palo» era para la gestión anterior, ya que al momento de asumir esta última gestión debieron tomar medidas cuyo costo político fue asumido por las autoridades actuales, quienes debieron, sacar a retiro el Capitán Cánepa, Capitán Oca Balda -tristemente abandonado y dejado corroer sin ningún mantenimiento- y recibir un barco casi inactivo como el Dr. Eduardo L.Holmberg para ponerlo en valor y superar todos los escollos de la Autoridad Marítima; y el BIP Victor Angelescu sin ningún tipo de ajuste e inspección en dos años de uso, incluso adquirido «pelado» de redes y repuestos, algo que jamás ocurrió con los buques comprados a Alemania y Japón, que llegaron al país con sus bodegas repletas de repuestos y artes de pesca, muchas de las cuales aún hoy, y después de tanto tiempo carecen de uso.
La misma fuente consultada respondió que «uno puede ser un buen investigador, pero de ahí a administrar los recursos y políticas del Instituto hay una distancia fenomenal, que además, debiese ser investigada toda la operación, ya que el Angelescu es un muy buen barco, habitable para el personal a bordo, pero una coctelera para investigaciones al sur del 44, además sin tangones y sin una sola plaqueta electrónica de repuesto; y el Mar Argentino, un barco para relevamientos costeros, nada más«.