En medio de un escenario tensionado, cargado de intereses contrapuestos y atravesado por una compleja situación económica, este martes se anticipa una reunión clave en la Secretaría de Trabajo del Ministerio de Capital Humano, donde se intentará destrabar el conflicto que afecta al segmento fresquero de la flota pesquera de altura. La esperada instancia de conciliación podría permitir el inicio de la prospección de langostino en la Zona de Veda Permanente de Juveniles de Merluza (ZVPJM), un paso fundamental -de concretarse-, para que esta porción de la flota comience a operar en la temporada, si ademas, se verifican las condiciones biológicas del recurso.
Las negociaciones, que ya llevan varias semanas en curso, atraviesan un momento de inflexión. En los últimos días, se han expresado con nitidez posturas diversas —y en algunos casos antagónicas— respecto a una eventual salida que contemple la implementación de un esquema salarial mixto, con componentes no remunerativos que mejoren el ingreso de los trabajadores sin incrementar el costo salarial para el sector empresario.
Una propuesta que divide aguas
La propuesta, impulsada por las cámaras empresariales del segmento fresquero de altura, contempla que una parte del salario se liquide bajo conceptos no remunerativos. La medida, según sus impulsores, permitiría que los tripulantes perciban un mayor ingreso neto sin que esto implique una carga impositiva o previsional adicional para los empleadores. Desde la Secretaría de Trabajo se analiza con atención esta alternativa, que aún requeriría un consenso mínimo entre las partes para avanzar hacia su eventual homologación.
Domingo Contessi, referente empresarial y presidente de Pesquera Veraz, se manifestó públicamente en su cuenta de la red X, donde sostuvo que “Pareciera que se propone como solución a la crisis de la pesca pasar transitoriamente conceptos remunerativos a no remunerativos. Aunque la medida sea muy insuficiente, es un avance. Pero no deja de ser un parche que sigue sin abordar la problemática de fondo”.
Y fue aún más contundente al advertir recordar que en su último discurso dijo: “algunos armadores han encontrado la forma de subsistir en esta coyuntura: ir por la banquina”, en alusión a prácticas informales que, según él, se vienen aplicando ante la falta de una política sectorial clara.


Visiones sindicales: entre la cautela y el rechazo
El posicionamiento de los gremios ha sido igualmente claro, aunque fragmentado. Raúl Durdos, secretario general del Sindicato de Obreros Marítimos Unidos (SOMU), ha reiterado que los “trabajadores no somos la variable de ajuste” y se ha mostrado firme en sostener la vigencia del Convenio Colectivo de Trabajo (CCT) firmado y homologado, lo que introduce una rigidez difícil de conciliar con las propuestas de flexibilización momentánea que circulan entre cámaras empresariales.
La posición del SOMU, enmarcada también en un año electoral interno, se ve reforzada por jurisprudencia vigente que impide homologar convenios que reduzcan derechos o ingresos adquiridos, lo que complejiza aún más la posibilidad de acuerdos transitorios que impliquen enmiendas a dichos convenios.
Por su parte, Jorge Frías, secretario general de la Asociación Argentina de Capitanes, Pilotos y Patrones de Pesca, también rechazó la iniciativa de las cámaras. En un posteo en redes sociales expresó: “Percibir los salarios de forma NO REMUNERATIVA no es más que un parche y solo sirve a las empresas acostumbradas a la evasión fiscal. La AACPyP rechaza esa práctica y, de aplicarse, libera a los gremios a que cada uno resuelva según su realidad. Se rompe la frágil unidad.”

Contexto político y el rol del Estado
Desde la esfera política, el gobernador de Chubut, Ignacio Torres, se refirió al conflicto tras una reciente reunión con otros mandatarios patagónicos. “Hay una cuestión entre privados que debe resolverse como cualquier paritaria”, deslizó, dejando entrever que la negociación debe resolverse puertas adentro del sector. Aunque evitó confrontar, su mención indirecta al conflicto del congelado, al decir que “ambas facciones tienen parte de razón”, refleja que la situación en ese segmento —con una mayor complejidad operativa y salarial— aún permanece sin solución visible en el corto plazo.
A pesar de estas disidencias, la Secretaría de Trabajo aún conserva una herramienta clave: la potestad de homologar acuerdos alcanzados por las partes, lo cual podría habilitar un principio de acuerdo para que las partes puedan dar inicio a la prospección, sin que ello implique una resolución inmediata del conflicto más profundo que aqueja al sector.
Una oportunidad ante el riesgo de parálisis
Lo que está en juego en esta nueva instancia no es menor. No solo se trata de iniciar la zafra del fresco, sino también de evitar una parálisis que, en una industria clave para la economía regional y nacional, tendría costos económicos y sociales de gran impacto principalmente en todo el complejo langostinero de Chubut como el sector manufacturero merlucero de Mar del Plata, que ya viene en franca retracción con implicancias sociales visibles.
Asimismo, se supo que ya hay una decena de buques inscriptos para la prospección de langostino, (9 fresqueros y 1 congelador), por lo que de consolidar un principio de acuerdo en ese segmento, la prospección podría dar inicio a una nueva temporada de pesca, al menos con buques fresqueros como en el año 2020, por ahora.
El desafío será, como tantas veces en la historia del sector pesquero argentino, encontrar una salida que combine razonabilidad, equidad y sustentabilidad económica para que las empresas, lograda la rentabilidad comiencen a producir nuevamente. Y en esa ecuación, cada uno de los actores deberá asumir la cuota de responsabilidad que le corresponde y a veces en un marco de negociación, rescindir principios que, en su prefacio, parecieran invulnerables.
La reunión de hoy en la Secretaría de Trabajo podría marcar un punto de inflexión. O, al menos, el primer paso hacia una solución que, aunque transitoria y temporal, permita que la actividad pesquera no naufrague en medio de sus propias tensiones internas.