El Sindicato de Conductores Navales de la República Argentina (SICONARA), liderado por Mariano Vilar, se ha declarado en estado de alerta permanente debido a la “grave situación de inseguridad” en el sector mercante, que pone en riesgo tanto la vida de las personas a bordo como el medio ambiente.
En un comunicado reciente, SICONARA expresó su profunda preocupación por la falta de dotaciones de seguridad adecuadas y el desinterés por la preservación ambiental. Resaltaron incidentes como el ocurrido en enero de 2024, cuando los pasajeros del catamarán Elizabetha enfrentaron una peligrosa tormenta mientras navegaban por el Canal de Beagle, resultando en daños al navío pero, afortunadamente, sin víctimas. Este incidente se atribuye a la falta de personal de máquinas a bordo.
Otro incidente mencionado fue el de abril de 2024, cuando la lancha Alacalufe contaminó el Lago Argentino-Brazo Rico con hidrocarburos debido a problemas en su planta propulsora, lo que llevó a la justicia a ordenar la interdicción del barco.
SICONARA advirtió que ambas embarcaciones operan sin el personal de máquinas adecuado, esencial para la planta propulsora, y criticaron la tendencia empresarial de priorizar la rentabilidad sobre la seguridad y el medio ambiente. Denunciaron que esta práctica de omitir la contratación de personal necesario pone en peligro tanto la vida humana como el entorno natural.
El sindicato reafirmó su compromiso con la defensa de los derechos de los trabajadores, la seguridad en la navegación y la protección del medio ambiente. Instaron a las autoridades a tomar medidas inmediatas para evitar futuros derrames y pérdidas de vidas, destacando la inaceptabilidad de ahorrar costos a expensas de la seguridad y la sostenibilidad ambiental.