Las empresas miran con preocupación las reacciones de los mercados. El efecto “coronavirus” contrae la demanda de productos pesqueros y, por lo tanto, los valores de comercialización tienden a la baja.
Aunque no son los únicos, dos casos asoman como paradigmáticos: langostino y merluza. El cierre de hoteles, restaurants, y lugares de esparcimiento asociados al consumo es una de las variables en consideración, sobre todos para el marisco.
La tonelada de langostino se ubicó en la zona de los 4.660 dólares durante abril, de acuerdo a datos de la Aduana Argentina. En el mismo mes del año pasado, su valor era de 6.210 dólares. La caída entre períodos alcanza así el 25 por ciento.
Proyección de corto plazo
En el sector proyectan que en el mejor de los casos y aún con una recuperación en ciertos nichos de mercado, este escenario de precios se mantendrá durante varios meses más. “Cuando la haya, la reactivación será gradual”, aseguran desde las empresas.
España, Italia o China, tres destinos clave, sufren las consecuencias que está teniendo el desplome de la economía. En los supermercados españoles es posible encontrar cajas de dos kilos de langostino argentino por menos de 16 euros.
Las variables proyectan sombras sobre la próxima temporada en aguas nacionales, que ya comienza a perfilarse; aunque quizá la proyectada menor disponibilidad del recurso colabore para atenuar la oferta de stock.
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En menor medida, la merluza hubbsi también exhibe signos negativos. En abril de 2019, la tonelada del filet oscilaba en torno a los 3.180 dólares; sin embargo, en el último mes bajó a los 2.940 dólares; es decir, retrocedió un 7,5 por ciento.
La situación ya se venía arrastrando desde marzo e involucra a otras especies. Como consecuencia, las exportaciones del sector cayeron un 15 por ciento durante el primer trimestre en términos de divisas. Los envíos totalizaron 448 millones, de acuerdo al Indec.
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Brecha cambiaria
Paralelamente, inquieta a los exportadores la brecha cambiaria abierta entre la cotización del dólar oficial (67,60 pesos), por el cual liquidan las ventas, y el “blue” (130 peso), que está marcando el pulso de precios/insumos en el nivel interno.
El paralelo acumula un salto de 83,4 por ciento en lo que va de 2020 y amplió la brecha con el dólar mayorista a un 104 por ciento.