Categoría: Conflicto

El Sindicato Obreros Marítimos Unidos (SOMU) reafirmó de manera categórica su postura frente a las recientes propuestas empresariales que buscan reducir hasta un 30% el “sueldo proporcional de la producción” establecido en los convenios colectivos de trabajo (CCT) vigentes en la actividad pesquera.

Los gremios que integran la Federación Sindical Marítima y Fluvial (FESIMAF), entre ellos el Sindicato de Conductores Navales y el Centro de Patrones y Oficiales Fluviales, decretaron un paro total de actividades por 24 horas para el martes 27 de mayo. La medida se adopta en rechazo al Decreto 340/2025, que profundiza la desregulación del transporte por agua y la pesca. La protesta incluye la paralización de buques pesqueros, remolcadores, lanchas de prácticos y otras embarcaciones, con guardias mínimas. Los sindicatos denuncian un intento de avanzar sobre los salarios, los derechos laborales y la soberanía nacional.

Durante la audiencia celebrada ayer en el Ministerio de Capital Humano, el Sindicato de Obreros Marítimos Unidos (SOMU) volvió a rechazar una propuesta de aumento salarial por parte de las cámaras pesqueras, calificándola como insuficiente. Además, denunció a cuatro empresas por no retener aportes sindicales, en violación de la ley vigente. El Gobierno fijó una nueva audiencia para el próximo miércoles 28 de mayo.

El secretario general del SOMU, Raúl Durdos, declaró el estado de alerta y movilización para las flotas congeladora de altura y fresquera. La medida responde a la falta de acuerdo salarial y a intentos de las cámaras empresarias de imponer una rebaja en los valores de producción establecidos en los convenios colectivos. El gremio denuncia presiones mediáticas y rechaza cualquier modificación sin justificación legal.

En una tensa audiencia celebrada en la Secretaría de Trabajo de la Ciudad de Buenos Aires, el Sindicato de Obreros Marítimos Unidos (SOMU) rechazó de plano la propuesta salarial presentada por las cámaras empresarias del sector pesquero para los trabajadores embarcados en buques langostineros, calificándola de “inaceptable” y declarando el estado de libertad de acción, en un contexto de paritarias sin avances y con fuerte preocupación por el poder adquisitivo del sector.